Pruebas diagnósticas
Primeras pruebas diagnósticas para solicitar
TC de abdomen o de pelvis
Prueba
La evaluación radiológica de lesiones potenciales utilizando TC (con o sin contraste) es la prueba definitiva para el diagnóstico inicial de la estadificación del CCR.[1][63] Se sabe que la TC con contraste con protocolo renal tiene 100 % de especificidad y ≥90 % de sensibilidad para considerar una masa renal como maligna.[67] Hay evidencia que sugiere que la precisión global en la determinación del alcance tumoral de la TC es específica en un 93% y sensible en un 96%, comparada con la estadificación patológica final; la precisión es específica en un 99% para determinar la afectación suprarrenal, aunque con valores predictivos positivos variables (entre el 35% y el 92%); hay una tasa de falso negativo del 10% y una tasa de falso positivo del 58% para la evaluación de ganglio linfático.[67][Figure caption and citation for the preceding image starts]: Exploración por TC muestra cáncer renal localizado en el polo renal superior derechoDe la colección de M. Jewett; utilizada con permiso [Citation ends].
Resultado
masa renal, linfadenopatía regional o metástasis ósea o visceral
tomografía computarizada (CT) de tórax
resonancia magnética (IRM) de abdomen o pelvis
Prueba
La IRM (con o sin contraste) es la modalidad de elección para el diagnóstico y la estadificación en pacientes en los que el líquido de contraste está contraindicado (por insuficiencia renal o alergia).[63] Puede utilizarse como complemento de la TC para evaluar mejor la invasión suprarrenal y la afectación de la vena cava por el tumor o por trombo (se ha encontrado un 94 % de precisión en la detección de trombos).[67] La IRM puede ser más útil que la TC para evaluar potenciales lesiones benignas, como angiomiolipomas.[68]
Resultado
masa renal, linfadenopatía regional o metástasis ósea o visceral
ultrasonido de abdomen o pélvico
Prueba
El diagnóstico suele sugerirse mediante una ecografía.[2] Sin embargo, no es posible valorar masas quísticas complejas o masas renales sólidas únicamente con el ultrasonido.
La tasa global de detección del carcinoma de células renales (CCR) no supera el 71% con un ultrasonido convencional, mientras que el ultrasonido de contraste puede ser mucho más preciso (índice de diagnóstico del 100% en un solo estudio).[69]
Se puede utilizar la ecografía para detectar lesiones renales quísticas y sólidas, y determinar si las lesiones renales quísticas son benignas, pero es menos precisa que la IRM y la TC, especialmente para detectar lesiones más pequeñas y caracterizar masas renales más complejas, en especial en síndromes hereditarios propensos a la enfermedad quística (p. ej., VHL).[61][62]
Si se detectan lesiones en la ecografía abdominal realizada para otras indicaciones, la siguiente prueba diagnóstica debe ser una TC o una IRM del abdomen y la pelvis.[60]
Resultado
quiste o masa renal anormal, linfadenopatía u otras lesiones metastásicas viscerales
hemograma completo (HC)
Prueba
Los hallazgos de laboratorio en los síndromes paraneoplásicos pueden incluir anemia por enfermedad crónica y eritrocitosis por exceso de eritropoyetina.[18]
Resultado
síndrome paraneoplásico: Hb reducida, o eritrocitos elevados
lactato deshidrogenasa (LDH)
Prueba
Marcador de mal pronóstico en CCR avanzado según la puntuación del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) para CCR metastásico.[59]
Resultado
CCR avanzado: >1.5 veces por encima del límite superior de normalidad
calcio corregido
Prueba
Marcador de mal pronóstico en CCR avanzado según la puntuación del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) para CCR metastásico.[59]
Resultado
carcinoma de células renales (CCR) avanzado: >2.5 mmol/L (>10 mg/dL)
pruebas de función hepática
Prueba
La transaminitis (transaminasas hepáticas elevadas, aspartato aminotransferasa/alanina aminotransferasa) y/o función hepática deficiente pueden ser indicativos de lesiones metastásicas.
En ausencia de metástasis en el hígado, la colestasis (bilirrubina elevada, fosfatasa alcalina, gamma-GT), con tiempo de protrombina elevado concomitante, trombocitosis y hepatoesplenomegalia, es una presentación paraneoplásica del CCR conocida como síndrome de Stauffer.[18]
Resultado
enfermedad metastásica o síndrome paraneoplásico: anormal
perfil de coagulación
Prueba
En ausencia de metástasis en el hígado, la colestasis (bilirrubina elevada, fosfatasa alcalina, gamma-GT), con tiempo de protrombina (TP) elevado concomitante, trombocitosis y hepatoesplenomegalia, es una presentación paraneoplásica del CCR conocida como síndrome de Stauffer.[18]
Resultado
síndrome paraneoplásico: TP elevada
creatinina
Prueba
Puede ser indicativo de una enfermedad renal crónica que precede o se debe al carcinoma de células renales (CCR). Es importante conocer la funcionalidad inicial al elegir el abordaje quirúrgico o el tratamiento sistémico.
Resultado
puede estar elevada
TFG estimada
Prueba
Se utiliza para determinar la función renal. Si se reduce, la estadificación de la enfermedad renal crónica es importante para orientar las opciones de tratamiento y para el pronóstico.[1]
Resultado
se puede disminuir
análisis de orina
Prueba
La presencia o ausencia de hematuria no visible en el análisis de orina no es específica ni sensible para el diagnóstico del CCR.[70] Sin embargo, si se encontrara, debe iniciarse un análisis diagnóstico para analizar la patología de las vías urinarias.[1]
La proteinuria no es ni sensible ni específica, pero la presencia significativa de proteinuria puede indicar disfunción renal por una variedad de causas, incluido el CCR. La proteinuria se encuentra con frecuencia en los casos de enfermedad renal crónica e hipertensión, los cuales son factores de riesgo de CCR.
Los inhibidores de la tirosina kinasa utilizados para el tratamiento del CCR metastásico pueden causar o exacerbar la proteinuria y, por lo tanto, esta debería examinarse, cuanto menos, antes de comenzar el tratamiento.
Resultado
hematuria o proteinuria
Pruebas diagnósticas que deben considerarse
resonancia magnética (IRM) cerebral o de columna
Prueba
Recomendado si el paciente presenta síntomas neurológicos localizados.[61]
La IRM cerebral también puede ser adecuada en pacientes con metástasis si se está considerando una terapia sistémica o una nefrectomía citorreductora.[17]
Resultado
normal o con enfermedad metastásica intracraneal o intraespinal
gammagrafía ósea
Prueba
Se recomienda únicamente si el paciente presenta dolor óseo localizado o fosfatasa alcalina elevada.[17]
Resultado
normal o con captación anormal en sitio óseo compatible con metástasis
biopsia
Prueba
No se requiere una biopsia de masa renal en casos en los que los estudios por imágenes demuestran una masa renal maligna sin evidencia de enfermedad metastásica distante, ya que el tratamiento generalmente incluye resección quirúrgica y el diagnóstico se confirma por patología quirúrgica.[1][64]
Las lesiones renales indeterminadas (y generalmente más pequeñas) que se encuentran en los estudios por imágenes se pueden analizar por biopsia para corroborar qué candidatos son adecuados para la vigilancia activa en función de la histología tumoral.[71]
En la enfermedad avanzada, la lesión metastásica analizada con biopsia, realizada de la manera más fácil y segura, puede proporcionar el diagnóstico, aunque algunas veces también se sigue realizando la biopsia del tumor renal primario.
La biopsia de masa renal también debe considerarse cuando se sospecha un diagnóstico alternativo (por ejemplo, un absceso).[1][64]
Resultado
neoplasia maligna de diversa histología
patología quirúrgica
Prueba
La histología más común es el carcinoma de células renales (CCR) de células claras.[1][2] La masa renal localizada se valora mejor mediante cirugía (nefrectomía completa o parcial), lo cual puede servir potencialmente como tratamiento definitivo.[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Patología macroscópica muestra cáncer renal localizado en el polo renal superior derechoDe la colección de M. Jewett; utilizada con permiso [Citation ends].
Resultado
neoplasia maligna de diversa histología
evaluación genética
Prueba
Se recomienda la realización de pruebas genéticas y el asesoramiento a pacientes que cumplan los siguientes criterios: edad ≤46 años; y/o tumores bilaterales o multifocales; y/o familiar de primer o segundo grado con CCR; y/o pariente sanguíneo cercano con una variante patógena conocida; y/o características histológicas específicas que sugieren una forma hereditaria de CCR (p. ej., histología papilar multifocal; CCR hereditario asociado a leiomiomatosis, CCR con deficiencia de fumarato hidratasa u otras características histológicas asociadas; cromófobo múltiple, oncocitoma o híbrido oncocítico; angiomiolipomas de riñón y un criterio adicional de complejo de esclerosis tuberosa; histología de CCR con deficiencia de succinato deshidrogenasa).[1][5][17][63]
Resultado
puede sugerir la presencia de una forma hereditaria de CCR
Pruebas emergentes
exploración por tomografía por emisión de positrones (TEP)
Prueba
Captación observada en depósitos renales primarios o metastásicos. La TEP puede ser útil en la estadificación rutinaria del CCR (p. ej., la TEP con 18FDG puede desempeñar un papel en la estadificación).[2][65] El uso de nuevos marcadores puede ayudar a monitorizar la respuesta al tratamiento.
Resultado
captación anormal del marcador
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