Pronóstico

El asma es una enfermedad crónica y fuente de morbilidad y mortalidad significativas. Los datos longitudinales sugieren que el patrón de asma que está presente en la infancia tardía generalmente persiste hasta la edad adulta.[4]

Véase el apartado Asma en adultos.

Los síntomas graves de asma (4.3% de 6 a 7 años; 4.9% de 13 a 14 años), las sibilancias asociadas al ejercicio (6.4% de 6 a 7 años; 18.2% de 13 a 14 años) y la tos nocturna (24.8% de 6 a 7 años; 30.3% de 13 a 14 años), que son indicativos de un control deficiente, siguen siendo síntomas prevalentes en los niños.[4] El asma mal controlada y las exacerbaciones recientes son factores de riesgo para nuevas exacerbaciones y aumento de la morbilidad.[1]

Algunos estudios de cohorte han encontrado que el riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica posteriomente en su vida es mayor en aquellos con antecedentes de asma persistente en la infancia.[239][240][241]

Mortalidad

La esperanza de vida de los pacientes con asma infantil bien controlada es equivalente a la de la población general. En los Estados Unidos, las tasas de mortalidad general estimadas por asma en niños son:[6]

  • 2.0 por millón en general para la edad <18 años, pero mayor entre los hombres (2.4 por millón) que entre las mujeres (1.6 por millón)

  • 1.4 por millón entre los niños de 0 a 4 años

  • 2.4 por millón entre los niños de 5 a 11 años

  • 2.0 por millón entre los niños de 12 a 17 años

Existe una variabilidad significativa por raza/etnia en los EE. UU.:[6]

  • 1.0 por millón entre los niños blancos no hispanos

  • 1.4 por millón entre los niños hispanos

  • 7.7 por millón entre los niños de raza negra no hispanos

Remisión

La remisión es posible con tratamiento (CSI, productos biológicos, inmunoterapias con alérgenos) o sin tratamiento.[1][242]

Los pacientes que cumplen los siguientes criterios durante un período de 12 meses (incluidos los que reciben terapia con anticuerpos monoclonales) pueden considerarse en remisión:[243]

  • Sin exacerbaciones.

  • No faltar al trabajo ni a la escuela

  • Resultados estables y optimizados de la función pulmonar en ≥2 mediciones

  • Uso continuado de tratamientos de control, solo a dosis bajas-medias de CSI, o menos

  • Prueba de Control del Asma >20, Cuestionario de Deterioro y Riesgo de Asma <2 o Cuestionario de Control del Asma <0,75 en ≥2 mediciones

  • Síntomas que requieren un tratamiento de alivio de una sola vez no más de una vez al mes

Hay que tener en cuenta que la remisión no es cura, y que el asma puede reaparecer más adelante en la vida.[1]

Este es un tema de debate continuo.

Impacto del tratamiento con corticosteroides

Por lo general, se considera que los beneficios del uso de corticosteroides inhalados (CSI) para el control del asma superan los posibles efectos adversos.[155]

El uso habitual presenta efectos negativos en el crecimiento lineal a corto plazo, en especial con dosis más altas. Puede producirse una disminución transitoria en la velocidad de crecimiento en estatura y afectar la estatura final en adultos.[162][244][245]​​​​ Los estudios prospectivos de cohortes indican que la exposición temprana a los CSI en los primeros años de vida, antes de los 6 años de edad, se asocia con una estatura reducida, pero sin cambios en la densidad ósea durante el tratamiento continuo.[166]​ El beneficio atribuible al uso de CSI puede exceder el riesgo potencial de una supresión relativamente pequeña en el crecimiento lineal en niños con asma. [155][167]

El uso de corticosteroides orales se asocia con mayor frecuencia con la supresión del eje hipotalámico-hipofisario, el retraso del crecimiento y el aumento de peso.[173][174]​ La insuficiencia suprarrenal es una complicación potencial con altas dosis acumuladas de CSI.[168][169]

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