Epidemiología

Los síntomas de la zona lumbar son una de las razones primarias de las visitas médicas en los Estados Unidos.[5]​ En 2016, el dolor lumbar fue la causa principal de los años vividos con discapacidad entre la población de EE.UU.[6]​​ Existe una considerable heterogeneidad entre los estudios epidemiológicos sobre el dolor lumbar; las estimaciones de la incidencia y la prevalencia deben interpretarse con cautela.

Se han registrado por primera vez tasas de incidencia anual de entre el 6.3% y el 26% de dolor en la zona lumbar.[7][8] Las estimaciones de la incidencia en un año de cualquier episodio de dolor en la zona lumbar oscilan entre el 1.5% y el 36%.[8][9] La incidencia en 3 años del dolor lumbar de cualquier gravedad o duración fue del 67% en una población de pacientes ambulatorios del US Veterans Affairs.[10]

El dolor en la zona lumbar tiene una prevalencia en toda la vida de aproximadamente el 39% al 84%.[9][11][12] La prevalencia parece alcanzar su punto máximo entre los 40 y 69 años, con una modesta preponderancia entre las mujeres, y disminuye progresivamente a partir de entonces.[12] En la National Health Interview Survey de EE.UU. de 2018, el 29.9% de los estadounidenses informaron al menos 1 día de dolor en la zona lumbar en los últimos 3 meses.[13] Los datos mundiales sugieren una prevalencia puntual del 12%, y el 23% una prevalencia de un mes.[12]

La prevalencia mundial media de ingresos hospitalarios por síntomas en la zona lumbar se ha estimado en 159 por 100,000 habitantes, y se estima que la duración media de la estancia hospitalaria oscila entre 5.4 y 6.2 días.[14] La recurrencia de dolor en la zona lumbar es muy frecuente. Las estimaciones de la recurrencia al año (incluida la transformación del dolor en la zona lumbar agudo en dolor recurrente o crónico) oscilan entre el 24% y el 80%.[8][15][16]​ Sin embargo, muchos pacientes con dolor continuado dejan de acudir al médico.

No se ha demostrado sistemáticamente un predominio étnico. En 2018, el US National Health Interview Survey encontró que la mayor tasa de prevalencia de dolor en la zona lumbar se produjo entre nativos estadounidenses y de Alaska y la más baja, entre estadounidenses de origen asiático (46.5% frente al 20.1%, respectivamente, en la prevalencia de un periodo de 3 meses).[13]​ Sin embargo, la prevalencia estimada de dolor lumbar en la India es del 51% anual y del 66% a lo largo de la vida, que es más alta que en otras poblaciones.[17]

Una de las principales consecuencias sociales de la lesión en la zona lumbar y el dolor crónico de columna es la discapacidad. Una revisión determinó que el número de años vividos con discapacidad causada por el dolor lumbar (en los países desarrollados) ha aumentado en más del 50% desde 1990.[18] Se prevé que la discapacidad relacionada con el dolor en la zona lumbar aumente sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, en los que los recursos son limitados, el acceso a una atención de salud de calidad es generalmente deficiente y el trabajo sedentario es cada vez más frecuente (a medida que esos países desarrollan economías basadas en los servicios).[18]

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