Epidemiología

Las estimaciones de la prevalencia de la displasia del desarrollo de la cadera (DDC) en la mayoría de los países desarrollados varían entre 1.5 y 20/1000 nacimientos.[2][3]​ Una reciente revisión británica de pruebas de cribado de DDC en neonatos sugería que la incidencia de DDC se da en 1-2 de cada 1000 nacidos vivos.[4] La prevalencia de DDC se ve empañada por la falta de criterios diagnósticos definitivos y por la amplia gama de variantes anatómicas de leves a graves dentro del espectro. Se ha informado una mayor prevalencia de DDC desde la adopción de las pruebas de cribado clínicas y sonográficas, lo que implica la posibilidad de sobrediagnosis.[5] La gran mayoría de los casos se identifican en el primer año de vida, y la mayoría de ellos en los primeros meses de vida. La DDC es más frecuente en niñas, con un riesgo 4 veces mayor que en los niños.[5] En los EE. UU. la afección es más común en personas de raza blanca que de raza negra. La afección también es más frecuente en lactantes que se encuentran en presentación de nalgas una vez cumplido el término completo de embarazo o cerca de este.[5][6]

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