Antecedentes de caso

Antecedentes de caso

Se observa a una bebé en una exploración de rutina a las 2 semanas de edad. La niña nació a término y no se presentaron complicaciones durante el embarazo o el parto. Una exploración de cribado de la cadera con las pruebas de provocación de Barlow y Ortolani revela laxitud de la articulación izquierda de la cadera. Se percibe un ruido sordo característico al mover la cabeza del fémur hacia afuera del acetábulo con presión directa aplicada sobre la parte posterior de la cadera en aducción, y al volverla a mover hacia adentro con la cadera abducta, ejerciendo presión sobre la parte anterior.

Otras presentaciones

La displasia del desarrollo de la cadera (DDC) suele identificarse mediante un examen de cribado de las caderas de los lactantes. Sin embargo, a veces la DDC puede acudir al médico después de que los padres observen uno o varios de los siguientes síntomas: una pierna parece más corta que la otra, una articulación de la cadera se mueve de forma diferente a la otra y/o la rodilla parece mirar hacia fuera, una pierna no parece moverse hacia fuera tan completamente como la otra (p. ej., con los cambios de pañal), o el niño gatea arrastrando una pierna. No hay evidencia disponible que fundamente el valor de examinar las diferencias de longitud de las piernas y los pliegues para identificar la DDC.[1] Algunos casos de DDC se pueden presentar después del primer año de vida, generalmente con dolor o marcha anormal, junto con la presencia de los síntomas. Es posible que los padres observen que camina de puntillas, especialmente con un pie, lo que puede indicar potencial acortamiento del lado afectado, o que el niño cojea al caminar.

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