Monitorización

Los niños con labio o paladar hendido necesitan consultas regulares con el equipo multidisciplinario de afecciones craneofaciales durante los primeros años de vida para la monitorización y la optimización del desarrollo del habla, la audición y la salud general.

Los audiólogos realizan audiogramas anuales, y aumentan la frecuencia de la consultas al iniciarse el tratamiento activo, para monitorizar posibles pérdidas de la audición relacionadas a síndrome y disfunción de la trompa de Eustaquio como consecuencia del paladar hendido. Los especialistas en habla y lenguaje monitorizan al niño en busca de disfunción velofaríngea después de la reparación del paladar y durante el desarrollo; se recomienda atención dental pediátrica constante incluso antes de la evaluación ortodóncica inicial.

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