Complicaciones
Complicación del retraso en el manejo quirúrgico de una infección articular séptica.
El manejo debe consistir en hemocultivos, antibióticos empíricos por vía intravenosa (IV), monitorización de la estabilidad hemodinámica y desbridamiento quirúrgico inmediato.
Complicación de las fracturas por sobrecarga en el cuello del fémur con desplazamiento, que requieren reducción abierta y fijación interna.
Si se realiza un seguimiento a largo plazo, la mayoría de los pacientes presentará osteoartritis con diversos grados de gravedad.[11]
Se recomienda a los pacientes que bajen de peso, modifiquen su actividad y usen un dispositivo de asistencia (p. ej., un bastón o muleta en la mano contralateral).
Debe derivarse a los pacientes a una evaluación quirúrgica ortopédica para la posible artroplastia de la articulación o la administración de una inyección intrarticular.
Complicación de las posibles secuelas a largo plazo de una infección séptica en la articulación de la cadera en los niños, que incluye destrucción de la articulación, luxación y cierre fisario prematuro.
El riesgo de presentar estas complicaciones tardías se asocia con el retraso en el tratamiento.
Es adecuado derivar al paciente a un cirujano ortopédico pediátrico para que realice una evaluación y un posible procedimiento de corrección de la longitud de la pierna.
Complicación de las fracturas por sobrecarga en el cuello del fémur con desplazamiento, que requieren reducción abierta y fijación interna. Alrededor de un tercio de los pacientes presentarán un retraso de consolidación o seudoartrosis.[11]
Se recomienda a los pacientes que usen un dispositivo de asistencia (p. ej., un bastón o muleta en la mano contralateral), y se los debe derivar a un cirujano ortopédico para el posible manejo quirúrgico.
Complicación de las fracturas por sobrecarga en el cuello del fémur con desplazamiento, que requieren reducción abierta y fijación interna.
De los pacientes con fracturas desplazadas en el cuello del fémur, alrededor de un tercio presentará osteonecrosis en la cabeza del fémur, en general de 1 a 5 años después de la cirugía.[11]
Debe derivarse a los pacientes a una evaluación quirúrgica ortopédica para el posible procedimiento de rescate de la articulación o la artroplastia total de la articulación.
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