Etiología

En la mayoría de los casos, la lesión pulmonar se debe a la aspiración de materia orofaríngea que contiene una mezcla de bacterias anaerobias y aerobias. Los pacientes de mayor riesgo son aquellos que tienen disfunción en la deglución, reflujo gastroesofágico, enfermedades neurológicas o un deterioro mecánico del tubo digestivo superior o relacionado con un dispositivo (como una traqueostomía, sonda endotraqueal, sonda de alimentación nasogástrica o percutánea).[12][13] El evento de aspiración generalmente pasa desapercibido y no necesariamente conduce a una neumonía.

Las bacterias ingresan en el pulmón debido a la aspiración de secreciones colonizadas provenientes de la orofaringe. La aspiración de las secreciones se produce en aproximadamente el 50% de los adultos sanos, pero los mecanismos de protección como la tos, la acción ciliar en las vías respiratorias, el bajo volumen bacteriano en las secreciones normales y los mecanismos de defensa humorales y celulares impiden que la aspiración provoque episodios frecuentes de neumonía. El deterioro de cualquiera de estos mecanismos puede dar lugar a neumonía por aspiración.[8]

La bacteriología depende del ambiente donde se produce la aspiración y también refleja la flora bucal del paciente; en este sentido, es influenciada por la enfermedad periodontal. La bacteriología ha cambiado en las últimas cinco décadas. Los estudios más antiguos reportaron organismos anaerobios (45%-48%) solos o en combinación con organismos aerobios (41%-46%) con especies de Bacteroides, especies de Porphyromonas, Prevotella melaninogénica, especies de Fusobacterium, y cocos anaerobios grampositivos generalmente aislados.[1] Sin embargo, estudios más recientes muestran una bacteriología similar a la neumonía no producida por aspiración.[2][8][14][15] Las razones de este cambio incluyen la preocupación de que los estudios más antiguos puedan haber usado métodos que representan en exceso las infecciones por anaerobios. Sin embargo, es probable que la incidencia del síndrome pleuropulmonar anaerobio (una presentación tardía de neumonía cavitada o empiema asociada a una anterior pérdida del conocimiento y una higiene dental deficiente) haya disminuido con el tiempo, debido a las mejoras en la atención dental y al acceso más temprano a la atención de la neumonía y los síndromes por aspiración.

Fisiopatología

La aspiración provoca una reacción inflamatoria denominada neumonitis. Esta puede dar lugar a un daño del parénquima pulmonar. El daño del parénquima pulmonar causa una reacción inflamatoria que puede conducir a síntomas como fiebre, tos o aumento del recuento de glóbulos blancos. Se puede producir una infección bacteriana secundaria por el daño del parénquima que conduce a neumonía por aspiración. La neumonía es probablemente una alteración del microbioma más que una infección de un órgano estéril.[16]

En aquellos pacientes en que la aspiración se produce cuando están sentados en posición vertical, con más frecuencia resultan afectados los segmentos basales de los lóbulos inferiores.[8] Cuando la aspiración se produce con el paciente en posición en decúbito, los segmentos posteriores de los lóbulos superiores o los segmentos apicales de los lóbulos inferiores resultan afectados.

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