Complicaciones

Complicación
Calendario
Probabilidad
Corto plazo
alto

Un tratamiento demasiado entusiasta y una hidratación demasiado rápida pueden conducir a una sobrecarga de líquidos, lo que causa edema pulmonar, congestión facial, aumento de la presión venosa yugular, derrame pleural o ascitis.

Estas complicaciones se deben tratar con restricción de la fluidoterapia intravenosa y dosis en bolo de furosemida intravenosa hasta que el paciente se estabilice.

Corto plazo
baja

Se debe considerar en pacientes con dolor prominente en el cuadrante superior derecho y sensibilidad a la palpación, náuseas y vómitos persistentes.

Se recomienda la ecografía para el diagnóstico.

Se recomiendan antibióticos intravenosos de amplio espectro y un manejo conservador.[1]

Corto plazo
baja

Se debe considerar en pacientes con disnea e hipoxia.

Una radiografía de tórax muestra sombras difusas.

El manejo incluye ventilación asistida y oxigenoterapia.

Corto plazo
baja

Una complicación que se presenta en casos raros de la infección que causa mionecrosis.

Se debe considerar en pacientes con dolor muscular.

Las pruebas diagnósticas incluyen niveles séricos de creatina-cinasa, electrolitos y niveles de mioglobina (sangre y orina).[1]

El tratamiento incluye hidratación, alcalinización de la orina y terapia diurética.

variable
medio

Algunos pacientes pueden experimentar un síndrome de fatiga posviral durante un tiempo variable después de la infección.[1]

variable
medio

Se debe considerar en pacientes con fatiga excesiva o inusual, molestias en el pecho, hipoxia, taquicardia o bradicardia y cambios en el electrocardiograma (ECG), incluida una inversión de la onda T o bloqueos de rama.

Se debe ordenar la estimación de troponina T o I y una ecocardiografía para evaluar la gravedad.

El manejo es de apoyo. Se recomienda reposo en cama, así como oxigenoterapia. La fluidoterapia se debe administrar con cuidado para evitar la sobrecarga de líquidos, que puede causar insuficiencia cardiaca o edema pulmonar.[42] El tratamiento temprano con corticosteroides generalmente previene la insuficiencia cardíaca y el shock.

variable
medio

Invariablemente, los pacientes con infección por dengue tienen un nivel mayor de enzimas hepáticas, lo que sugiere una hepatitis anictérica. En algunos pacientes, estos niveles pueden aumentar sustancialmente y el hígado puede aumentar de tamaño y estar sensible a la palpación.

Las pruebas de función hepática y el perfil de coagulación se deben monitorizar con regularidad.

Los pacientes necesitan reposo y tratamiento de soporte. Se puede utilizar acetilcisteína intravenosa. Un análisis retrospectivo de 30 adultos hospitalizados con dengue grave y hepatitis grave encontró que el uso de acetilcisteína se asociaba a una recuperación más rápida y significativa de las enzimas hepáticas.[120]

Estos pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar dengue hemorrágico. También tienen un alto riesgo de desarrollar necrosis hepática grave y encefalopatía hepática.[1][121]

Puede conducir a una insuficiencia hepática aguda.

variable
baja

Se debe considerar en los pacientes que presenten alteraciones dela consciencia, ictericia y asterixis (temblor o aleteo hepático).

Aquellos con hepatopatía preexistente tienen un mayor riesgo. Si las enzimas hepáticas aumentan >10 veces o siguen aumentando, el riesgo de desarrollar esta complicación es alto.[1]

Se recomienda el manejo estándar, incluida la restricción de líquidos. Se pueden considerar los corticosteroides para reducir el edema cerebral. Se puede considerar la plasmaféresis y la hemodiálisis si hay deterioro clínico.

La fluidoterapia meticulosa para prevenir el shock y la abstención de los medicamentos hepatotóxicos ayudan a evitar esta complicación.[1]

El paciente puede desarrollar hipoglucemia, sangrado, dificultad respiratoria, desequilibrios electrolíticos y sepsis.

variable
baja

Se debe considerar en pacientes con alteraciones de la consciencia y convulsiones.

El electroencefalograma es una prueba diagnóstica muy útil para apoyar el diagnóstico y monitorizar la progresión.

Se indican tratamientos de soporte que incluyen anticonvulsivos.[1]

variable
baja

Se debe considerar en pacientes con manifestaciones gastrointestinales prominentes, como dolor abdominal central y vómitos.

Los exámenes de los niveles de amilasa sérica y la ecografía apoyan el diagnóstico.[1]

El manejo es conservador.

variable
baja

Se debe considerar en pacientes con dolor prominente y sensibilidad a la palpación en la fosa ilíaca derecha y fiebre.

Con mucha frecuencia, los pacientes son ingresados a un área quirúrgica para una apendicectomía; sin embargo, esto puede ser nocivo para el paciente por el alto riesgo de sangrado perioperatorio.

Los pacientes deben manejarse de forma conservadora.[1]

variable
baja

Una complicación que se presenta en casos raros debido al deterioro de múltiples órganos o mioglobinuria.

Se diagnostica por un nivel de urea y creatinina que aumenta de forma aguda.

Puede requerir diálisis.[1]

Asociado con morbilidad significativa, mortalidad y períodos prolongados de hospitalización.[122]

variable
baja

Se debe considerar en pacientes que desarrollen pancitopenia (generalmente anemia).[1]

Se requiere un examen de médula ósea para confirmar el diagnóstico.

Puede utilizarse metilprednisolona (dosificación por pulsos).

variable
baja

La encefalomielitis aguda diseminada (EAD), el síndrome de Guillain-Barré, la mielitis transversa y las neuropatías pueden estar potencialmente asociadas con una infección por dengue.

La prevalencia de EAD en pacientes con dengue es del 0.4%. La EAD se caracteriza por alteración de la consciencia, convulsiones, problemas para orinar, trastornos visuales, problemas para caminar, ataxia y disartria. Puede ocurrir en las fases aguda o post-infecciosa.[123]

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