Monitorización
La guía de práctica clínica del American College of Gastroenterology recomienda actualmente que cuando se identifique y trate una infección por Helicobacter pylori, se ofrezcan pruebas de erradicación al paciente. Las pruebas para la erradicación de H pylori pueden ser realizadas con una prueba del aliento con urea, una prueba fecal de antígenos o pruebas basadas en biopsia.[4] Un estudio ha demostrado que los biomarcadores serológicos, como los pepsinógenos I y II, la gastrina-17 y los anticuerpos IgA/IgG contra el H. pylori (marcadores del estado de la mucosa gástrica) muestran un alto grado de precisión como método no invasivo para diagnosticar la atrofia del corpus, un hecho frecuente en la población general, aunque el papel clínico de estos marcadores no está claro en la actualidad.[89][90]
Los pacientes con gastritis erosiva asociada al alcohol/los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) refractaria a la terapia sintomática puede requerir una endoscopía de seguimiento con biopsia.[35]
Los pacientes con gastritis atrófica difusa y deficiencia de vitamina B₁₂ deberán someterse a pruebas de seguimiento de los niveles de vitamina B₁₂ sérica, ácido metilmalónico u homocisteína con el fin de determinar la respuesta al tratamiento.[25]
El riesgo de adenocarcinoma y tumores carcinoides gástricos con gastritis atrófica y/o gastritis autoinmune es incierto; sin embargo, la pangastritis atrófica, metaplasia intestinal severa del cuerpo del estómago y la edad >50 años, aumentan todas ellas el riesgo de desarrollar lesiones neoplásicas gástricas en pacientes con gastritis atrófica.[91]
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