Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los principales factores de riesgo son la infección por Helicobacter pylori, el consumo de antiinflamatorios no esteroideos, el consumo de alcohol/las ingestas tóxicas, la cirugía gástrica previa, los pacientes en estado crítico y las enfermedades autoinmunitarias.[3][4][5][6][7][9][10][17][18][45]

dispepsia/malestar epigástrico

Síntomas inespecíficos de gastritis.[3][33]

sin características sospechosas de neoplasia maligna

Entre las características sospechosas se incluyen hemorragia gastrointestinal (GI), la anemia, la saciedad temprana, la pérdida de peso inexplicable (>10% del peso corporal), la disfagia progresiva, la odinofagia o los vómitos persistentes.[4][34]

Su presencia sugiere neoplasia maligna GI, en lugar de gastritis.

El riesgo de una persona de <60 años de tener neoplasia se considera muy bajo.[33]

Otros factores de diagnóstico

común

náuseas, vómitos y pérdida del apetito

Entre los síntomas gastrointestinales (GI) inespecíficos de gastritis pueden incluirse las náuseas, los vómitos y la pérdida del apetito.[33]

infrecuente

emesis grave

Síntoma de gastritis flemonosa.[11][12][13][14]

dolor abdominal agudo

Síntoma de gastritis flemonosa.[11][12][13][14]

fiebre

Síntoma de gastritis flemonosa.[11][12][13][14]

reflejos alterados o déficits sensoriales

Los pacientes pueden presentar signos y síntomas congruentes con una deficiencia clínica de vitamina B₁₂ y con anemia perniciosa debida a inflamación gástrica crónica y atrofia mucosa en personas de edad avanzada, o gastritis atrófica autoinmune.[3][24][25]

trastorno cognitivo

Los pacientes pueden presentar signos y síntomas congruentes con una deficiencia clínica de vitamina B₁₂ y con anemia perniciosa debida a una atrofia mucosa gástrica.[3][24][25]

glositis

Los pacientes pueden tener signos y síntomas compatibles con la deficiencia clínica de vitamina B₁₂ debida a atrofia gástrica crónica, o 'lengua roja ardiente' asociada con la anemia perniciosa.[3][24][25]

enfermedad autoinmune coexistente

Los pacientes con gastritis autoinmune pueden presentar manifestaciones de enfermedad autoinmune asociada (p. ej., enfermedad tiroidea, insuficiencia adrenocortical idiopática, vitiligo, diabetes mellitus tipo 1 e hipoparatiroidismo).[25]

Factores de riesgo

Fuerte

Infección por Helicobacter pylori

La gastritis aguda no erosiva suele deberse comúnmente a la infección por H pylori.[3][4]

La infección por H pylori crónica predispone a la gastritis atrófica y a la gastritis autoinmune.

La infección por H pylori induce una respuesta inflamatoria grave con degradación de mucina gástrica y aumento de la permeabilidad de la mucosa, lo cual es directamente citotóxico para el epitelio gástrico.[3][4]

consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

Hasta un 10% a 20% de los pacientes que consumen AINE informan síntomas de dispepsia, aunque la prevalencia puede oscilar entre el 5% y el 50%.[17][18]

Entre los factores identificados que ponen a los pacientes en mayor riesgo de sufrir complicaciones gastrointestinales (GI) relacionadas con AINE se incluyen antecedentes de eventos GI (úlcera péptica, hemorragia), edad >60 años, AINE a dosis altas y uso concurrente de corticosteroides o anticoagulantes.[22][23]

Los AINE inhiben la producción de prostaglandinas. A su vez, esto disminuye el flujo sanguíneo de la mucosa gástrica con pérdida de la barrera protectora de la mucosa.[3] Los AINE inhiben la producción de prostaglandinas.

consumo de alcohol/ingesta de sustancias tóxicas

El alcohol es un factor de riesgo reconocido para la gastritis erosiva. El alcohol promueve la disminución de los compuestos sulfhidrilos en la mucosa gástrica.[3][21] La gastritis flemonosa también se asocia con la ingesta reciente de grandes cantidades de alcohol.[27]

Una variante rara, la gastritis enfisematosa causada por Clostridium welchii, se ha asociado con la ingesta de agentes corrosivos.[28]

cirugía gástrica previa

Una cirugía gástrica (p. ej., anastomosis gastroyeyunal o gastroduodenal, vagotomía troncal y piloroplastía) o colecistectomía previas pueden alterar o reducir la función pilórica, lo cual lleva a la regurgitación biliar y a la gastritis por reflujo biliar.[5][6][7][8]

pacientes en estado crítico

Los pacientes en estado crítico corren el riesgo de desarrollar sangrado gastrointestinal inducido por estrés.[9] El mecanismo no está claro, pero implica la disminución del flujo sanguíneo de la mucosa y la pérdida de la barrera protectora de la mucosa.[3] Los principales factores de riesgo asociados con hemorragias de importancia clínica son la ventilación mecánica durante >48 horas y la presencia de una coagulopatía.

enfermedad autoinmune

Entre las enfermedades autoinmunes que se asocian con un mayor riesgo de sufrir gastritis autoinmune se incluyen la enfermedad tiroidea, la insuficiencia adrenocortical idiopática, el vitiligo, la diabetes mellitus tipo 1 y el hipoparatiroidismo.[24]

Débil

compromiso inmunológico

La gastritis flemonosa se asocia con la infección por VIH y otros estados inmunocomprometidos.[29] También puede ser el resultado de una derivación peritoneovenosa yugular infectada.[30]

ascendencia nórdica o escandinava

Un factor de riesgo reconocido para la gastritis autoinmune y anemia perniciosa debido a la malabsorción de vitamina B₁₂.[10]

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