Monitorización
La vigilancia tras la polipectomía se individualiza en función del riesgo del paciente de cáncer colorrectal. El riesgo de cáncer colorrectal viene determinado por la presencia, el número y el tamaño de los pólipos encontrados en la colonoscopia índice, así como por factores como la edad y los antecedentes familiares.
Los pacientes con adenomas a los que se les ha realizado una polipectomía presentan un alto riesgo de desarrollar un futuro cáncer colorrectal si tienen:[45]
≥2 pólipos premalignos, incluyendo al menos un pólipo colorrectal avanzado (un pólipo serrado ≥10 mm que contenga cualquier grado de displasia, o un adenoma ≥10 mm o que contenga displasia de alto grado); o
≥5 pólipos premalignos.
Las guías de práctica clínica británicas recomiendan que estos pacientes se sometan a una colonoscopia de control al cabo de 3 años.[45]
La American Gastroenterological Association (AGA) ha emitido las siguientes declaraciones de consejos de práctica recomendada sobre la vigilancia posterior a la polipectomía basadas en la bibliografía publicada y la opinión de los expertos:[48]
En el caso de las personas de >75 años, las decisiones de vigilancia posterior a la polipectomía deben ser individualizadas, teniendo en cuenta los riesgos, los beneficios y las comorbilidades.
Todas las herramientas de estratificación del riesgo para la vigilancia posterior a la polipectomía derivadas de la investigación deben examinarse para determinar su eficacia y rentabilidad en el mundo real en diversas poblaciones antes de su implementación.
Las guías de práctica clínica de la Red Nacional Integral del Cáncer de EE.UU. recomiendan que si un paciente ha tenido un adenocarcinoma invasivo en un pólipo que se ha extirpado por completo, se realice una colonoscopia un año después de la colonoscopia índice.[63] Si hay un adenoma avanzado (pólipo velloso, pólipo >10 mm o displasia de alto grado), la colonoscopia debe repetirse al cabo de 1 año. Si no hay adenoma avanzado se recomienda colonoscopia a los 3 años, y luego cada 5 años.[63]
Las guías de práctica clínica de la AGA recomiendan el seguimiento de los pacientes a los que se les detecten adenomas de alto riesgo (HRA), definidos como cualquier adenoma ≥10 mm, o con displasia de alto grado o histología vellosa; o aquellos con lesiones sésiles serradas (SSL) avanzadas, definidas como una lesión ≥10 mm, aquellas con displasia citológica o un adenoma serrado tradicional.[49] Las personas con ARH presentan un riesgo entre tres y cuatro veces mayor de padecer cáncer colorrectal incidente durante el seguimiento, en comparación con las personas sin adenomas o con adenomas de bajo riesgo.[49]
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