Abordaje

Si bien el hipotiroidismo primario manifiesto clásico se presenta con toda una constelación de síntomas y signos físicos confirmados por un aumento de la hormona tiroestimulante (TSH), muchos pacientes no muestran síntomas o tienen síntomas vagos que no son específicos del hipotiroidismo.[1][26]

Evaluación clínica

Los síntomas del hipotiroidismo incluyen letargo, fatiga, depresión, cambios en la voz, intolerancia al frío, irregularidad menstrual, estreñimiento y aumento de peso.[1] Los signos físicos incluyen habla y movimientos lentos; piel gruesa y seca; edema palpebral; bradicardia; hipertensión; y reflejos osteotendinosos retrasados.[1][27][28]​ En general, el bocio es poco frecuente. Es más frecuente en zonas con carencia de yodo.[1][9] También puede presentarse bocio en la tiroiditis autoinmune (Hashimoto).[15]

Pruebas diagnósticas

La TSH es la prueba más sensible y específica para diagnosticar hipotiroidismo primario. Si hay una sospecha clínica de hipotiroidismo, esta prueba se debe solicitar como parte del análisis diagnóstico inicial.[1] El rango normal de los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) es de 0.4 a 4 miliunidades internacionales/L (mUI/L) (puede haber algunas variaciones en las normas de laboratorio). En el hipotiroidismo primario, los niveles de TSH están elevados, aunque en la enfermedad subclínica, pueden estar solo ligeramente elevados.

A continuación, debe obtenerse tiroxina libre (T4) para cuantificar el grado de hipotiroidismo o en caso de sospecha de trastornos distintos del hipotiroidismo primario.[1] El rango normal de T4 libre es de 9.00 a 23.12 picomoles/L (0.8 a 1.8 nanogramos/dL). En aquellos casos en los que la TSH está solo ligeramente elevada, el paciente no está sintomático y la T4 sérica libre es normal, el diagnóstico es hipotiroidismo subclínico.[2]

Las pruebas automáticas de anticuerpos no son necesarias para el diagnóstico, pero ayudan a distinguir el hipotiroidismo primario autoinmunitario.[1] Se recomienda que las mujeres embarazadas con concentraciones de TSH >2.5 mUI/L deben ser evaluadas para determinar si tienen un estado positivo de anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea (Ac anti TPO).[29]

Es prudente efectuar pruebas de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), hemograma completo (HC) y glucemia en ayunas en pacientes que presentan fatiga inespecífica y aumento de peso. Un estudio descubrió que los pacientes con hipotiroidismo tenían un mayor riesgo de anemia en comparación con los participantes eutiroideos y sugirió que una función tiroidea reducida al inicio aumentaba el riesgo de desarrollar anemia durante el seguimiento del estudio; sin embargo, los mecanismos subyacentes de esta relación no están claros.[30]

Las concentraciones de colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad pueden verse aumentadas en el hipotiroidismo.[1]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad