Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

paciente inconsciente

El paciente estará inconsciente. Se deben evaluar las vías respiratorias, la respiración y la circulación.

ausencia de respiración normal

Puede tener falta de respiración o respiración agónica.

ausencia de circulación

No tiene pulso.

alteración del ritmo cardíaco

Las posibilidades incluyen fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulso, actividad eléctrica sin pulso o asistolia.

Factores de riesgo

Fuerte

arteriopatía coronaria (AC)

La causa más común de paro cardíaco repentino es la arteriopatía coronaria (AC).[12] Transitoriamente, los factores de riesgo para el infarto de miocardio y la cardiopatía isquémica también aumentan el riesgo de paro cardíaco repentino. Sin embargo, dado que muchas personas con AC no sufren paro cardíaco, el grado de asociación entre cada uno de estos factores de riesgo y el paro cardíaco repentino carece de fundamento.[27]

disfunción ventricular izquierda

Se asocia estrechamente al paro cardíaco repentino, independientemente de si es resultado de una cardiopatía isquémica o una cardiomiopatía dilatada no isquémica.[28] Así lo confirman estudios que demuestran que la implantación de un desfibrilador, sin antecedentes de paro cardíaco repentino, reduce notablemente la tasa de muerte por arritmia ventricular en pacientes con disfunción ventricular izquierda.[29]

edad

La edad avanzada está fuertemente asociada con la muerte súbita cardíaca.[7]​ Después de la lactancia, la tasa de muerte súbita cardíaca aumenta exponencialmente con la edad.

cardiomiopatía hipertrófica (CMH)

En los pacientes con CMH, las miofibrillas desordenadas, la cicatrización miocárdica y la isquemia probablemente sirvan como substrato arrítmico.[30] Aunque el riesgo global de paro cardíaco repentino en estos pacientes es bajo, la CMH es la principal causa cardiovascular de paro cardíaco repentino en personas jóvenes.[31]

displasia ventricular derecha arritmogénica (ARVD)

Se trata de un trastorno genético en el que el miocardio ventricular derecho (y, en ocasiones, el miocardio ventricular izquierdo) se reemplaza por un infiltrado fibroadiposo. Algunas series de casos retrospectivas en pacientes con ARVD calculan estimativamente que, en casi un cuarto de los pacientes, la muerte cardiaca súbita es la característica de presentación de enfermedad, por lo general antes de la cuarta década de vida.[32]

síndrome del segmento QT largo (SQTL)

Se debe a la herencia de canales iónicos cardíacos disfuncionales o a un problema adquirido a raíz de varios medicamentos diferentes.[24] Se ha informado que los pacientes con SQTL congénito sin tratar presentan un riesgo de paro cardíaco repentino de hasta un 60% a los 10 años.[33] El riesgo disminuye notablemente en los pacientes que reciben tratamiento betabloqueante. Las características de alto riesgo incluyen un intervalo QT >500 milisegundos, determinadas mutaciones, sexo femenino y antecedentes de síncope.[34]

medicamentos que prolongan el intervalo QT o que provocan alteraciones electrolíticas

Ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo de prolongación del intervalo QT. Entre ellos se incluyen los siguientes: quinidina, procainamida, sotalol, amiodarona, disopiramida, dofetilida, fenotiazinas y antidepresivos tricíclicos. CredibleMeds: drugs that prolong the QT interval Opens in new window

El consumo de diuréticos puede aumentar el riesgo de alteraciones electrolíticas.

emergencia médica o quirúrgica aguda

Entre las causas posibles de paro cardíaco se incluyen embolia pulmonar (EP), hipoxia, hipovolemia, shock hemorrágico, hiper o hipopotasemia, exceso de iones de hidrógeno (acidosis), hipotermia, hipo o hiperglucemia, traumatismo, neumotórax a tensión, trombo (EP, infarto del miocardio [IM]), toxinas (p. ej., en la insuficiencia renal o la intoxicación por drogas), taponamiento cardíaco y patología intracraneal, alteración valvular, punción miocárdica y patología intracraneal.

envenenamiento

La sobredosis de opioides es la causa principal de paro cardíaco por intoxicación en América del Norte.[35] Las tasas de paros cardíacos extrahospitalarios debido al uso de opioides han aumentado en los últimos años con el creciente uso de opioides sintéticos (particularmente fentanilo).[36][37] Los opioides provocan de manera directa depresión respiratoria y paro cardíaco inducido por la hipoxia. Los estimulantes como la cocaína también pueden aumentar el riesgo de arritmia o isquemia, provocando un paro cardíaco. Otras sustancias que pueden provocar un paro cardíaco en caso de sobredosis incluyen benzodiazepinas, betabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio, cianuro, digoxina y glucósidos cardíacos relacionados, anestésicos locales, metahemoglobinemia, organofosforados y carbamatos, antagonistas de los canales de sodio y simpaticomiméticos.[35]

Débil

síndrome de Brugada

Se caracteriza electrocardiográficamente por un patrón de pseudobloqueo de la rama derecha y elevaciones del segmento ST en las derivaciones V1 a V3.[38] En un metanálisis de 24 estudios, la prevalencia se estimó en 0.4% en todo el mundo.[39] Se cree que el origen del problema es la mutación del gen SCN5A autosómico dominante, que codifica un canal sódico cardíaco disfuncional y predispone a arritmia, aunque las mutaciones conocidas de este gen se hallan solamente en un 18% a un 30% de los pacientes que presentan el síndrome.[40]

En particular, se calcula que el síndrome provoca hasta un 4% del total de paros cardíacos repentinos y hasta un 20% de los paros cardíacos repentinos en pacientes sin cardiopatía estructural.[40]

cardiopatía valvular

Riesgo de insuficiencia cardíaca crónica o aguda con antecedentes de cardiopatía valvular; durante la evaluación, se debe prestar especial atención a la estenosis mitral y aórtica

tabaquismo

El tabaquismo se asocia a un mayor riesgo de paro cardíaco repentino.[41] Esto se puede deber a los efectos causados por la nicotina en relación con el requerimiento de oxígeno del miocardio, la inducción de la liberación de catecolaminas, un vasoespasmo coronario y la arritmogenicidad asociada.[42]

antecedentes de trastornos de la alimentación

Debido a desnutrición o vómitos, los trastornos de la alimentación pueden provocar alteraciones electrolíticas (tales como hipopotasemia y/o hipofosfatemia) que contribuyen a la arritmia ventricular o insuficiencia cardíaca.[43]

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