Complicaciones
Los efectos adversos más frecuentes de los tratamientos con inhibidores de la proteína de muerte celular programada 1 (PD-1) o del ligando 1 de muerte celular programada (PD-L1) son: anemia (45.4%), fatiga (34.3%), disfagia (30.0%) , neutropenia (19.6%), linfopenia (10.2%), hipertensión (9.3%) y lipasa elevada (7.2%).[212] Otros efectos adversos potenciales son colitis, miocarditis, pericarditis y toxicidades cutáneas.[213]
Existen guías de práctica clínica para la monitorización de los pacientes y el manejo de las complicaciones.[214][215][216] Se han informado una variedad de complicaciones cardiovasculares y pueden ser más frecuentes de lo informado anteriormente.[217]
Se debe tratar con taponamiento vaginal, con o sin el uso tópico de solución de Monsel, adrenalina (epinefrina), acetona o ácido aminocaproico. Se puede realizar una histerectomía radical, de ser necesaria, y si la lesión responde a la terapia. Un ciclo corto de radioterapia también puede ser eficaz, y debe integrarse en el plan de tratamiento general si no se desea la preservación de la fertilidad. El uso de la embolización arterial es menos aceptable.
Se trata de una complicación quirúrgica que, a menudo, es un complejo tanto de inestabilidad como de desnervación. La cirugía conservadora del nervio (histerectomía tipo C1) puede reducir el riesgo de esta complicación.[120]
La evidencia limitada indica que el betanecol puede minimizar el riesgo de disfunción de la vejiga al reducir el volumen de orina residual posmiccional. Aún no se ha demostrado la efectividad de los diferentes tipos de cateterismo urinario posoperatorio (autocateterismo suprapúbico y intermitente).[204] Se necesita más investigación para estos y otros tratamientos potenciales (p. ej., cisaprida, entrenamiento de la vejiga y acupuntura).
Consecuencias tardías de la radiación. Las mujeres que reciben una dosis de radiación más alta o que tienen una extensión del tumor hacia la vagina tienen un riesgo mayor.[208] El mantenimiento de la permeabilidad vaginal con dilatadores vaginales durante y después de la radioterapia es importante no sólo para preservar la función sexual, sino también para permitir exámenes pélvicos de seguimiento adecuados.[209]
La prevalencia reportada varía considerablemente.[205][206][207] La educación de la paciente y el asesoramiento (preferentemente con la pareja) son componentes muy importantes del manejo de la disfunción sexual. Los abordajes farmacológicos incluyen estrógenos de uso tópico y testosterona por vía transcutánea. La derivación a un fisioterapeuta con experiencia en afecciones asociadas al suelo pélvico también puede ser beneficiosa.
Consecuencia posterior de la radioterapia, que afecta al 3.4% de las mujeres después de 5 años.[210]
Se trata de una complicación quirúrgica que puede causar una discapacidad considerable.
Los tratamientos de escisión local y ablación para el cáncer preinvasivo e invasivo temprano aumentan el riesgo de parto prematuro en el embarazo posterior.[112]
Consecuencias tardías de la radiación. Riesgo de aproximadamente el 3% después de 5 años.[211]
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