Etiología

Las mujeres nacen con un número determinado de ovocitos. A medida que este suministro de ovocitos se agota en las mujeres durante los primeros años después de cumplir 40, la producción ovárica de progesterona, estradiol y testosterona comienza a decaer. La fertilidad también disminuye de forma significativa.

Antes de la menopausia, el estradiol es el estrógeno predominante. Los niveles séricos de estradiol varían a lo largo del ciclo menstrual, pero se encuentran en media alrededor de 367 picomoles/L (100 picogramos/mL). Tras la menopausia, la estrona, que deriva del metabolismo de estradiol en el hígado y la conversión periférica de la androstenediona en tejido adiposo, se convierte en el estrógeno dominante. Los niveles séricos de estrona varían, en media, entre 110 y 184 picomoles/L (30-50 picogramos/mL). Los síntomas de la menopausia, como los sofocos y la atrofia urogenital, están estrechamente relacionados con la disminución de los niveles de estradiol.[5]

Fisiopatología

El estado menopáusico presenta una serie de signos y síntomas patognomónicos diferentes, cada uno de los cuales está relacionado con la disminución de la producción de hormonas ováricas.

La fisiopatología exacta de los síntomas vasomotores se desconoce actualmente. La combinación de cambios bioquímicos en los niveles hormonales, las alteraciones en la zona termorreguladora central, las alteraciones en varios sistemas neurotransmisores (serotoninérgicos, noradrenérgicos, opioides, suprarrenales y autonómicos), así como la predisposición genética y los factores sociales o culturales, todos ellos contribuyen a la percepción de los sofocos por parte del individuo, así como a la dolencia.

El descenso de los niveles de estradiol se asocia a una atrofia urogenital sintomática en alrededor del 40% de las mujeres en la etapa de la posmenopausia.[6] Puede presentarse adelgazamiento del epitelio vaginal, disminución de las secreciones, reducción del tamaño de la vagina y aumento del pH del fluido vaginal (>6). Los síntomas vaginales incluyen sequedad, comezón, secreción y relaciones sexuales dolorosas. El adelgazamiento del epitelio vaginal y vulvar puede provocar desgarros y sangrado durante las relaciones sexuales. Los cambios visibles durante la exploración incluyen palidez, pérdida de rugosidad, encogimiento del clítoris y de los labios menores, pérdida del relleno de grasa en los labios mayores y disminución de tamaño de la vagina. Estos factores pueden llevar a una dispareunia significativa con la consiguiente disminución de la autoestima, la calidad de vida y la función sexual.

En la transición de la menopausia, la reabsorción ósea se acelera, lo que provoca una disminución media de la densidad ósea del 10% al 12% en la columna vertebral y la cadera.[7] Esto, combinado con otros factores como el deterioro y el uso de corticosteroides, aumenta el riesgo de fracturas durante las actividades de la vida diaria o las caídas.[8]

El riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares aumenta con el inicio de la menopausia, independientemente de la razón de la aparición de la menopausia.[9] Esto se debe principalmente a los cambios asociados al envejecimiento, como el aumento de la masa grasa, la resistencia a la insulina y el lipidograma modificado, con un aumento de las lipoproteínas de baja densidad y los triglicéridos y una disminución de las lipoproteínas de alta densidad.[10][11]

Clasificación

Terminología

Menopausia:

  • En mujeres sanas, la menopausia es un acontecimiento natural que generalmente se produce entre los 40 y los 60 años de edad (promedio 51 años).[2]​ Esta representa el cese permanente de la menstruación y de la función ovulatoria.

Menopausia precoz:

  • La menopausia antes de los 40 años de edad se considera precoz y puede producirse de manera espontánea o debida a cirugía (como la ooforectomía bilateral), radiación de la pelvis, quimioterapia, enfermedad autoinmune, síndrome del cromosoma X frágil o causas desconocidas (idiopáticas).

Insuficiencia ovárica prematura:

  • Se refiere a la amenorrea, estado hipoestrogénico y nivel elevado de gonadotropinas debido a una disminución de la función ovárica antes de los 40 años de edad.

Perimenopausia:

  • La transición desde el sangrado menstrual cíclico a un cese total de la menstruación puede producirse a lo largo de varios años; la duración es variable. La perimenopausia, que viene marcada por la irregularidad menstrual y por periodos de amenorrea debido a un descenso de los niveles de progesterona y estradiol, termina 12 meses después del último periodo menstrual.

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