Prevención primaria

La obesidad está estrechamente relacionada con el desarrollo de la osteoartritis (OA) de rodilla; por lo tanto, a los pacientes obesos se les debe recomendar bajar de peso.[23][22]

Una guía de práctica clínica sugiere que al dirigirse a pacientes específicos con lesión postraumática de rodilla, la OA se puede prevenir iniciando enfoques e intervenciones de rehabilitación adecuados en un momento específico; las recomendaciones incluyen:[68]

  • Intervenciones centradas en la persona para promover la educación, el autocuidado y ejercicios que mitiguen los factores de riesgo modificables conocidos de nueva lesión y OA no traumática.

  • Rehabilitación basada en educación y terapia con ejercicios para pacientes con desgarro del ligamento cruzado anterior, con reconstrucción opcional si un paciente no puede alcanzar su nivel funcional aceptable.

  • Monitoreo del dolor de rodilla y otros síntomas, eventos adversos, calidad de vida relacionada con la rodilla y factores cognitivo-conductuales (miedo, autoeficacia y confianza), función de la rodilla referida por el propio paciente, función de los músculos cuádriceps e isquiotibiales (fuerza), rendimiento funcional (salto batería), y actividad física/participación deportiva.

​Sin embargo, no existen intervenciones terapéuticas ni tratamientos médicos que garanticen prevenir o retrasar el desarrollo de la OA. La doxiciclina puede retrasar el estrechamiento del espacio articular, pero los pequeños beneficios del tratamiento, que tiene una importancia clínica cuestionable, puede verse superado por los problemas de seguridad.[69][70] Algunas pruebas sugieren que el uso a largo plazo de glucosamina y sulfato de condroitina (≥2 años) puede retrasar modestamente el avance radiográfico de la OA de rodilla, pero estos resultados son controvertidos.[70][71]

Prevención secundaria

La pérdida de peso, incluso en cantidades moderadas (2 a 5 kg), ayuda a prevenir la osteoartritis (OA) de rodillas y a reducir el dolor en personas con sobrepeso.[271]

Los ejercicios y las actividades adecuadas ayudan a preservar las capacidades funcionales.

La identificación de biomarcadores bioquímicos puede permitir el diagnóstico de la OA en etapas tempranas, lo que podría prevenir el avance de la enfermedad en algunos pacientes.[272][273]

No hay tratamientos médicos disponibles para prevenir la OA.

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad