Complicaciones
El derrame pleural/paraneumónico es una acumulación de líquido y células inflamatorias causada por infección pulmonar adyacente o por la invasión del espacio pleural por parte del agente patógeno.[94] Esto ocurre en hasta el 30% de los casos de neumonía por Legionella pneumophila y en casos raros de neumonía por Mycoplasma pneumoniae.[7][95]
Es esencial administrar el tratamiento antibiótico adecuado. Si el líquido se acumula y no se resuelve, entonces podría estar indicada una toracocentesis y drenaje. En casos graves que no se resuelven, puede que sea necesaria la decorticación pleural.
Puede ocurrir hasta en un 25% de los pacientes con M pneumoniae y principalmente se presenta como una erupción vesicular o maculopapular de resolución espontánea.[5]
Los casos graves pueden incluir síndrome de Stevens-Johnson y estomatitis ulcerosa. El término erupción inducida por Micoplasma y mucositis se ha utilizado para describir la erupción ya que puede ser difícil de clasificar como eritema multiforme o síndrome de Stevens-Johnson.[96]
Debido a que la causa principal de la erupción es una probable propagación sistémica del agente patógeno hacia la piel, el tratamiento antibiótico adecuado es el tratamiento de elección.
Hasta un 7% de los pacientes hospitalizados con M pneumoniae desarrollan alguna complicación neurológica. Estas ocurren hasta 2 semanas después del inicio de la infección y pueden incluir encefalitis, meningitis, síndrome cerebeloso, parálisis de pares craneales y síndrome de Guillain-Barré.[5]
Dado que algunas de estas complicaciones tienen características autoinmunes, se debe personalizar cualquier tratamiento para cada paciente individual de acuerdo al síndrome neurológico específico del que se trate.
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