Prevención primaria

Para los trastornos de ansiedad en general, las intervenciones de prevención (que incluyen terapia cognitiva conductual [TCC], intervenciones educativas o ambas) pueden tener un pequeño efecto positivo.[47] Sin embargo, no está claro cómo este hallazgo podría traducirse en el desarrollo de programas de prevención de la ansiedad en entornos clínicos del mundo real. No existen medidas de prevención primaria establecidas para los ataques de pánico o los trastornos de pánico.

Prevención secundaria

Aconseje a los pacientes que eviten ciertas actividades, como beber café y fumar, ya que producen sensaciones físicas similares a los episodios de pánico.[6][46] Se debe recomendar la reanudación gradual de la actividad física.[62]

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