Tratamientos emergentes

Tratamiento con láser

Una revisión sistemática y un metanálisis informaron tasas de curación micológica del 63% con láser Nd:YAG de 1064 nm y del 74.0% con láser de CO₂ en pacientes con onicomicosis.[60] Una revisión de la Cochrane informó que el tratamiento con láser Nd:YAG de 1064 nm puede tener escasa o ninguna diferencia con el tratamiento simulado o la ausencia de tratamiento con respecto a la curación micológica a las 52 semanas.[50] Los posibles efectos adversos son el dolor y el sangrado.[60] Se necesitan más estudios controlados aleatorizados. 

Antifúngicos azólicos de segunda generación sistémicos

Reservado principalmente para el tratamiento de infecciones fúngicas oportunistas invasivas, especialmente en pacientes inmunodeprimidos. Los triazoles de segunda generación (p. ej., voriconazol, posaconazol, ravuconazol) presentan una actividad antifúngica de amplio espectro. Los ensayos clínicos indican la eficacia en pacientes con onicomicosis.[61][62][63] La biodisponibilidad sistémica del fosravuconazol, un profármaco del ravuconazol, permite una corta duración del tratamiento de 3 meses.[63][64] Los azoles de segunda generación pueden tener un papel en el tratamiento de la onicomicosis resistente a los fármacos antimicóticos estándar. Sin embargo, se asocian a efectos adversos infrecuentes pero graves.

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