Monitorización
Dado que no existe una cura para la rosácea, el seguimiento y el control a menudo son de duración indefinida y se llevan a cabo según sea necesario.
Muchos pacientes que presentan las formas leves de la enfermedad y responden bien a los tratamientos tópicos u orales pueden visitar al médico anualmente o cada dos años para renovar su medicamento, sin empeoramiento significativo de sus síntomas. Los pacientes que padecen las formas más graves de enfermedad requieren una monitorización frecuente, a veces mensual, con el fin de realizar ajustes a los regímenes de tratamiento. Estos pacientes pueden requerir varios tratamientos tópicos y sistémicos, y pueden someterse a procedimientos quirúrgicos regulares para la ablación de la enfermedad fimatosa más grave.
El hemograma completo (HC), el perfil lipídico y las pruebas de función hepática (PFH) se controlan regularmente en todos los pacientes que toman isotretinoína. Las mujeres también deben hacerse pruebas de embarazo mensuales para continuar con el tratamiento con isotretinoína.
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