Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los factores de riesgo incluyen edad avanzada, sexo femenino, ascendencia de raza blanca, índice de masa corporal bajo, antecedentes maternos de de fractura de cadera, postmenopausia, uso de glucocorticoides, fracturas previas, hipogonadismo, pérdida de peso, amenorrea secundaria, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, inmovilización prolongada, deficiencia de vitamina D, hipertiroidismo, pérdida de peso >10% del peso corporal, tratamiento de privación de andrógenos (en hombres), tratamiento inhibidor de la aromatasa (en mujeres), consumo de tabaco, consumo de heparina, consumo de anticonvulsivos o enfermedad de cálculos renales.

asintomático

La osteoporosis es asintomática hasta que se produce la fractura. La mayoría de las fracturas vertebrales son subclínicas o asintomáticas.[42]

Otros factores de diagnóstico

común

dolor de espalda

Puede deberse a una fractura vertebral.

cifosis

Puede ser una prueba de fracturas vertebrales.[2][24]

infrecuente

sensibilidad vertebral

En pacientes con dolor de espalda, la sensibilidad vertebral puede ser una señal de fractura vertebral.

Factores de riesgo

Fuerte

fractura por fragilidad previa

La incidencia de nuevas fracturas es mayor en personas con una fractura por fragilidad previa.[19][20]

sexo femenino

Las mujeres alcanzan una masa ósea máxima inferior que los hombres y presentan mayores reducciones de la masa ósea con el paso del tiempo.[3][21]

linaje de raza blanca

En mayor riesgo de densidad mineral ósea baja que personas de otras razas.[2]

edad avanzada (>50 años en mujeres y >65 años en hombres)

Una mayor edad está asociada con reducciones en la densidad mineral ósea, especialmente en hombres.[22][23][24]

La tasa de reducción de masa ósea se acelera a los 50 para las mujeres y a los 65 para los hombres.[3]

índice de masa corporal (IMC) bajo

La pérdida de masa ósea se acelera en los hombres y en las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) menor. IMC <24 kg/m² se ha asociado a una mayor pérdida de densidad mineral ósea.[24]

pérdida de peso

Puede ser una prueba de fracturas vertebrales.[2]

antecedentes familiares maternos de fractura de cadera

Antecedentes maternos de enfermedad o fractura de cadera anticipa una densidad mineral ósea baja.[2]

posmenopausia

La reducción en el nivel de estrógenos en la menopausia está fuertemente asociada a la reducción de la densidad mineral ósea.[2][3]

amenorrea secundaria

Se ha asociado a un nivel de estrógeno bajo antes de la menopausia y puede conllevar una densidad mineral ósea reducida. Puede ser consecuencia de una anorexia nerviosa o una amenorrea inducida por el ejercicio físico.[3]

hipogonadismo primario

Se ha asociado a un mayor riesgo de padecer osteoporosis.[2]

tabaquismo

La masa ósea se reduce con más rapidez en los hombres y en las mujeres posmenopáusicas que fuman tabaco que en los que no lo hacen.[22][24][25]

consumo excesivo de alcohol

El alcoholismo se ha asociado a un mayor riesgo de osteoporosis, pero un consumo moderado de alcohol se ha asociado a una menor tasa de reducción de la densidad mineral ósea.[3][21][24][26]

inmovilización prolongada

La densidad mineral ósea se reduce como resultado de la inmovilización con independencia de la causa (p. ej., reposo en cama o parálisis).[3]

ingesta de calcio reducida

En un estudio con 36,282 mujeres, aquellas que recibieron placebo presentaron una mayor pérdida de densidad mineral ósea que las que recibieron suplementación de calcio y vitamina D.[27] Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los grupos en la incidencia de fracturas de cadera.

deficiencia de vitamina D

Se ha asociado a una mayor producción de hormona paratiroidea y a la resorción ósea incrementada consecuente.[3]

exceso de glucocorticoides

Aproximadamente, el 50% de las personas con síndrome de Cushing sufren fracturas, especialmente vertebrales.[28]

uso de corticosteroides

Los mecanismos de la osteoporosis inducida por corticosteroides son multifactoriales e incluyen la activación de osteoclastos, la inhibición de osteoblastos, la reducción de la absorción de calcio gastrointestinal y renal, y la reducción de la secreción de gonadotropina.[28]

Débil

inhibidores de la bomba de protones

Las evidencias sugieren que hay un mayor riesgo de osteoporosis en las personas que toman inhibidores de la bomba de protones.[29]

hipertiroidismo

El hipertiroidismo aumenta la actividad de los osteoclastos.[30]

El riesgo de fracturas es mayor con el hipertiroidismo clínicamente evidente que con el hipertiroidismo subclínico.

uso de heparina

La heparina no fraccionada (de 15,000 a 30,000 unidades al día) está asociada a fracturas osteoporóticas.

El mecanismo de la osteoporosis inducida por heparina es incierto, pero puede estar relacionado con la activación de osteoclastos o efectos similares a la hormona paratiroidea.[31]

uso de anticonvulsivos

Se ha asociado a un mayor riesgo de fractura.

El mecanismo de fractura no se ha relacionado con una clase específica de anticonvulsivo.[32]

Una combinación de factores podría contribuir a un mayor riesgo, incluyendo una densidad mineral ósea reducida, traumatismo durante una crisis convulsiva y un mayor riesgo de caídas debido a los efectos neurotóxicos adversos a ciertos medicamentos.

tratamiento de privación de andrógenos (hombres)

Existe evidencia de una menor densidad mineral ósea con cualquier tipo de tratamiento de privación de andrógenos, presumiblemente debido a su efecto antitestosterona.[33][34]

tratamiento inhibidor de la aromatasa (mujeres)

Las pacientes oncológicas en tratamiento con un inhibidor de la aromatasa desarrollarán una deficiencia de estrógeno con la subsecuente disminución de masa ósea.[35]

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