Anamnesis y examen
Principales factores de diagnóstico
común
presencia de factores de riesgo
Los factores de riesgo claramente asociados con los calambres musculares incluyen el embarazo, el ejercicio extenuante, la hemodiálisis concurrente y la cirrosis.
Otros factores de riesgo menos asociados incluyen edad >60 años, sexo femenino, antecedentes familiares de calambres, medicamentos prescritos, hipoglucemia en diabetes mellitus y presencia de varias enfermedades crónicas.
inicio nocturno (calambre idiopático)
Los calambres que ocurren solo durante la noche generalmente son calambres idiopáticos (benignos o comunes).[3]
afectación del músculo gemelo con o sin afectación del pie (calambre idiopático)
Es más probable que los calambres que afectan solo a estos músculos sean calambres idiopáticos (benignos o comunes).[13]
duración <10 minutos (calambre idiopático)
unilateral (calambre idiopático)
Los calambres idiopáticos siempre son unilaterales (las causas orgánicas producen síntomas unilaterales o bilaterales).
desencadenamiento tanto por parte de los movimientos triviales como de las contracciones fuertes (calambre idiopático)
Hallazgo en calambres idiopáticos.
bulto muscular visible o palpable
Hallazgo en todos los calambres.
buena respuesta al estiramiento activo/pasivo (calambre idiopático)
Si el calambre no responde al estiramiento activo/pasivo, se deben considerar asociaciones orgánicas o diagnósticos diferenciales.
examen neurológico normal (calambre idiopático)
Frecuente en calambres idiopáticos.
exploración física general normal (calambre idiopático)
Normalmente, no hay hallazgos anormales en la exploración en personas con calambres idiopáticos.
infrecuente
afectación de otro músculo local (calambre de enfermedad neuromuscular)
Los calambres locales en músculos que no son los gemelos ni los del pie suelen aparecer en el contexto de una enfermedad neuromuscular.[1]
calambres musculares generalizados (enfermedad de la neurona motora inferior)
Los calambres generalizados, en especial cuando se asocian con debilidad muscular, sugieren la presencia de enfermedad de la neurona motora inferior (p. ej., esclerosis lateral amiotrófica).
duración >10 minutos (causa orgánica)
Los calambres de más de 10 minutos de duración (en especial en los niños) sugieren una causa orgánica.
examen neurológico anormal (causa orgánica)
Los trastornos neurológicos como la pérdida sensorial, la hiperreflexia y la espasticidad apuntan a etiologías orgánicas de los calambres.
examen osteomuscular anormal (causa orgánica)
Los síntomas como debilidad, pérdida de masa muscular y fasciculaciones continuas (por visualización directa o palpación) apuntan a etiologías orgánicas de los calambres.
Otros factores de diagnóstico
infrecuente
síntomas de enfermedades crónicas (causa orgánica)
El calambre verdadero puede estar asociado con varias enfermedades crónicas, como la enfermedad vascular periférica, las enfermedades cardiovasculares, la hipopotasemia, las enfermedades o daños neurológicos, la artritis y la gastritis. Puede haber signos o síntomas asociados.
El hipotiroidismo (y, con mucha menos frecuencia, el hipertiroidismo) es un factor de predisposición a los calambres.
Se puede sospechar la presencia de varias enfermedades hereditarias por sus signos y síntomas típicos.
Factores de riesgo
Fuerte
embarazo
Es un factor de riesgo significativo de padecer calambres.[35]
Se desconoce la causa subyacente de los calambres relacionados con el embarazo.
Se ha sugerido que la hipomagnesemia tiene un papel importante en la etiología.[36]
La hiperfosfatemia no es causante.[37][38]
El parto disminuye los calambres relacionados con el embarazo.[17]
ejercicio extenuante
En especial en carreras de resistencia como triatlones, maratones o ultramaratones.[28][29][30]
Los deportes en equipo (p. ej., rugby) también predisponen a calambres musculares asociados al ejercicio (CMAE).[28][30]
Se han sugerido varias hipótesis sobre los CMAE, pero ninguna se ha demostrado.[39][40] Puede haber diferentes tipos de CMAE que se inician por diferentes mecanismos.[30]
Los factores de riesgo de los CMAE en los corredores de maratón incluyen edad avanzada, una larga trayectoria de carreras, un índice de masa corporal elevado, un tiempo de estiramiento diario más reducido, hábitos de estiramiento irregulares y antecedentes familiares positivos de calambres.[40] Otros factores de riesgo en los corredores de maratón y triatletas incluyen carreras de alta intensidad, carreras de larga duración (>30 km), fatiga muscular subjetiva y carreras en pendiente.[40][41]
Para los atletas en general, los factores de riesgo más importantes incluyen antecedentes de CMAE, mayor intensidad de ejercicio debido al ritmo de carrera o a la evaluación subjetiva (factores intrínsecos) y mayor temperatura y humedad ambiental (factores extrínsecos).[28] Todo esto conduce a la fatiga muscular prematura.
Los músculos afectados con mayor frecuencia son los músculos biarticulares que generan fuerza (p. ej., el tríceps sural, los músculos isquiotibiales y los cuádriceps).[42]
hemodiálisis
Se han informado calambres intradialíticos entre el 15% y el 87% de los pacientes sometidos a hemodiálisis.[18][19][20][21][22]
La hiperfosfatemia aumenta el riesgo de padecer calambres en los pacientes sometidos a hemodiálisis.[20]
Si bien los datos son escasos, se considera que la frecuencia de los calambres en los pacientes sometidos a diálisis peritoneal es similar a la de los pacientes sometidos a hemodiálisis.[20]
Existe evidencia clínica que sugiere una correlación entre las concentraciones de leptina sérica libre y la frecuencia de los calambres intradialíticos.[43]
cirrosis
Se han reportado calambres entre el 22% y el 88% de los pacientes con cirrosis.[23][24][25][26][27]
Los calambres clínicamente relevantes (definidos como aquellos que ocurren al menos una vez a la semana, afectan a la calidad de vida del paciente de forma negativa y requieren el uso de analgésicos) se notificaron entre el 12% y el 42% de estos pacientes.[24][25][26][27][44] Los calambres son una de las principales causas de la mala calidad de vida que experimentan los pacientes con cirrosis.[45][46]
La prevalencia de los calambres es mayor en los pacientes con cirrosis que en los pacientes con hepatopatía no cirrótica.[27]
La frecuencia de los calambres en los dedos y los muslos es significativamente mayor en comparación con los sujetos de control y los pacientes con hepatopatía crónica no cirrótica.[25]
No se ha encontrado que el uso de diuréticos sea un factor causante o contribuyente a los calambres en personas con cirrosis.[24][25][26][27]
uso de imatinib
Los inhibidores de la tirosina cinasa (ITC), como el imatinib, son una clase de medicamentos que se usan para determinados tipos de cáncer. Se informó que el imatinib causaba calambres hasta en el 50% de los pacientes, y la frecuencia aumentaba cuando se usaban dosis de >750 mg/día.[47] Los calambres ocurren generalmente en las manos, los pies, las pantorrillas y los muslos.[48] La toxicidad para el músculo esquelético, incluidos los calambres musculares, se ha asociado con todos los ITC.[49]
Débil
edad >60 años
Los calambres idiopáticos (comunes) se observan con mayor frecuencia en personas de edad avanzada.[3]
El proceso de envejecimiento es un factor de riesgo teórico.[52] Se ha reportado de que el envejecimiento aumenta la incidencia de los calambres, aunque algunos estudios no han encontrado ningún efecto.[9][11][14]
El estilo de vida sedentario se ha asociado a los calambres nocturnos en las piernas de los pacientes mayores de 60 años.[53]
sexo femenino
antecedentes familiares de calambres
Algunos síndromes genéticos están asociados con los calambres.
Los síndromes de contracción muscular hereditarios incluyen el síndrome de Kocher-Debre-Semelaigne, distrofias musculares (como la distrofia muscular de Becker, la distrofia muscular tipo 1c o la enfermedad de Becker), miotonía congénita, enfermedad del almacenamiento de glucógeno (como la enfermedad de McArdle), el síndrome de Isaac, el síndrome de Satoyoshi, el síndrome de Schwartz-Jampel y los calambres autosómicos dominantes.
uso de estatinas
Las estatinas provocan miopatía (una combinación de mialgias, debilidad y calambres) en una proporción pequeña de personas que las consumen (del 1% al 10%), en particular cuando se combinan con fibratos (p. ej., gemfibrozilo) o si se administran a dosis altas.[54]
Los calambres se han relacionado de forma anecdótica con el uso de estatinas, pero hay pocos datos que vinculen a las estatinas con este efecto.[55]
Sin embargo, en un ensayo epidemiológico, se detectaron calambres en 20/338 (6%) de los consumidores de estatina.[56]
Los calambres solos ocurren en una proporción muy pequeña de casos de miopatía por estatinas.
uso de otros fármacos que pueden causar calambres musculares
Se han involucrado numerosos fármacos en la aparición de calambres. Sin embargo, la mayoría de los datos de soporte son deficientes y consisten en reportes de casos o series.
Algunos ejemplos son los antihipertensivos (p. ej., diuréticos, IECA, antagonistas del calcio), los fármacos hipolipemiantes (p. ej., fibratos, ácido nicotínico), los beta-agonistas (p. ej., salbutamol, terbutalina), los corticosteroides (p. ej., prednisolona, beclometasona), los fármacos hormonalmente activos no corticosteroides (p. ej., medroxiprogesterona, testosterona, estrógenos, progesterona, insulina, teriparatida, raloxifeno), otros (p. ej., carbimazol, cisplatino, oxaliplatino, penicilamina, fenotiazinas, pirazinamida, zolmitriptán), la abstinencia de opioides o el consumo de alcohol, y fármacos de limpieza intestinal (por ejemplo, fosfato de sodio).[5][57][58][59][60][61][62][63][64][65][66][67][68][69][70][71][72][73]
hipoglucemia en pacientes con diabetes mellitus
Las series de casos han demostrado una relación entre la hipoglucemia y la aparición de calambres en los pacientes con diabetes mellitus.[64][74][75]
Los calambres se han registrado en presencia de factores de riesgo de hipoglucemia varias horas antes del episodio (p. ej., consumo de alcohol, abstinencia prolongada de alimentos, actividad excesiva sin cambios dietarios compensatorios, dosis excesivas de fármacos antidiabéticos). Por lo tanto, los calambres son más frecuentes de 3 a 5 horas después de acostarse y varias horas después de la comida.
Los calambres se presentan junto con otros síntomas y signos de la hipoglucemia (apetito intenso, temblor, sudoración abundante, taquicardia, obnubilación). Todos estos síntomas mejoran rápidamente al tratar el estado hipoglucémico.
enfermedades crónicas
Se ha descubierto que muchas enfermedades crónicas están asociadas con los calambres musculares (p. ej., la enfermedad vascular periférica, las enfermedades cardiovasculares, la hipopotasemia, las enfermedades o daños neurológicos, la artritis y la gastritis).[8][10][11][76]
El hipotiroidismo (y, con mucha menos frecuencia, el hipertiroidismo) es un factor de predisposición a los calambres.
nutrición parenteral domiciliaria
Alrededor de un cuarto de los pacientes que reciben nutrición parenteral domiciliaria reportan calambres musculares directamente relacionados con la alimentación, y es posible que requieran un ritmo de alimentación más lento o tratamiento farmacológico.[77]
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