Anamnesis y examen
Principales factores de diagnóstico
común
presencia de factores de riesgo
Los factores de riesgo clave en las mordeduras de animales incluyen edades <14 años y tener una mascota. Los factores de riesgo de infección grave incluyen procedimientos médicos previos o afecciones médicas subyacentes.
circunstancias de la mordedura de animal
Esta información es útil para determinar el riesgo de rabia y es muy valiosa para los informes de salud pública.[18]
La información sobre el tipo de animal, su condición de doméstico o salvaje, las circunstancias en que se ha producido la lesión, la ubicación actual, el responsable del animal y el estado de vacunación de este es esencial.[10] Se debe establecer la probabilidad de capturar al animal para dejarlo en cuarentena; la cuarentena permite evaluar el riesgo de rabia del animal.
descripción de la herida
Se debe registrar la ubicación exacta y las dimensiones de la herida. Es importante documentar detalladamente el tamaño y la profundidad de la herida, así como la proximidad al hueso y a estructuras neurovasculares. Es igualmente esencial evaluar la función neurovascular y comprobar si hay tejidos avulsionados.
Las fotografías resultan útiles en ocasiones. Según las circunstancias de la lesión (es decir, sospecha de delito, violencia o posible litigio), puede ser necesaria una evaluación forense.
eritema
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
induración
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
fluctuación
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
secreción purulenta
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
adenopatía regional
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
tejido necrótico
Un signo de infección superficial, si está presente, debe suscitar la evaluación y documentación de la afectación de estructuras más profundas.
infrecuente
constantes vitales inestables
Las constantes vitales pueden ser inestables en el contexto de traumatismos graves y/o sepsis.
Factores de riesgo
Fuerte
edad <14 años
Los niños tienen la mayor incidencia de mordeduras de perro tratadas en los servicios de urgencias, y los ingresos alcanzan su punto máximo entre los niños de 5 a 9 años.[2][25] En un servicio de urgencias de EE. UU. entre 2013 y 2018, los niños de 1 a 5 años fueron mordidos con mayor frecuencia por perros (53%), y el riesgo de sufrir lesiones por mordedura de perro disminuyó hasta los 14 años.[26] Algunos factores pueden provocar un comportamiento agresivo en un perro hacia un niño, entre ellos, su tamaño pequeño y la actividad de juego. Además, los niños pueden carecer de criterio suficiente acerca de cómo interactuar de forma segura con perros y es menos probable que sean capaces de eludir un ataque.[27]
propiedad de mascotas
grupos de alto riesgo (para la infección de la rabia)
Incluye a los veterinarios y su personal, a los manipuladores de animales, a los trabajadores de los laboratorios antirrábicos, al personal al cuidado de animales salvajes, a los exploradores de cuevas (espeleólogos), a los excursionistas y al personal militar de campo o de organizaciones no gubernamentales en países donde la rabia es endémica. También incluye a los viajeros internacionales que puedan entrar en contacto con animales en zonas donde la rabia es enzoótica (y el acceso a la atención médica puede ser limitado), y a los niños que viven o visitan zonas afectadas por la rabia. Los individuos de los grupos de alto riesgo son elegibles para la profilaxis de preexposición a la rabia.[18][28][29]
Débil
procedimientos médicos previos (mayor riesgo de infección si es mordido)
afecciones clínicas subyacentes (mayor riesgo de infección en caso de mordedura)
La inmunosupresión o afecciones clínicas subyacentes, como diabetes mellitus o enfermedad hepática, pueden aumentar la susceptibilidad de un individuo a las infecciones cuando es mordido.[31]
Un pequeño número de informes de casos documentan una infección grave en pacientes con diabetes mellitus tras mordeduras de perro.[32][33][34]
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