Epidemiología

Cada año, los niños padecen alrededor de 6 a 8 resfriados, y los adultos de 2 a 4 resfriados.[1][2][3][4][5] Los adultos que están en contacto con niños se resfrían más a menudo que los que no están en contacto con niños.[6] Las infecciones de las vías respiratorias altas, la congestión nasal, las dolencias de garganta y la tos son responsables del 11% de las consultas de atención primaria en otros países occidentales.[1] El resfriado común es la enfermedad aguda más común en los EE. UU., responsable de aproximadamente 37 millones (3%) de las visitas ambulatorias cada año.[7]​ En un estudio realizado en EE. UU., se encontró que el 23.6% de los adultos había padecido un resfriado en las 4 semanas anteriores.[8]

No hay grandes diferencias en la incidencia en función del sexo o la etnia. La mayor parte de las infecciones se producen durante el invierno. También se cree que los virus responsables de los resfriados en verano e invierno son distintos.[6] La afección es muy contagiosa, aunque no está claro si el principal modo de propagación es el contacto manual, el aerosol entre personas o la contaminación de superficies por el aerosol que posteriormente transfiere el patógeno infeccioso a las membranas mucosas bucales (p. ej., al comer).

Es raro que haya alguna morbimortalidad acompañante, aunque los resfriados comunes son responsables de unos niveles considerables de malestar, absentismo escolar y laboral y gastos sanitarios.[8]

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