Complicaciones
Se presenta con fiebre y dolor en niños pequeños. Los niños de más edad pueden presentar dolor localizado de oídos. Un derrame purulento en el oído medio y una membrana timpánica con pérdida de los puntos de referencia y forma característica de rosquilla (evidencia de presión positiva) son rasgos patognomónicos. Se pueden administrar antibióticos para confirmar la infección.
Empeoramiento progresivo de algunos síntomas, como disnea, sibilancia, tos y opresión en el pecho.
La administración de broncodilatadores y corticosteroides alivia la obstrucción al flujo aéreo.
Se sospecha de la existencia de sinusitis bacteriana tras 2 semanas de congestión nasal, drenaje posnasal, tos, cefalea o dolor facial; el tratamiento es sintomático e incluye corticosteroides tópicos y descongestivos orales.
La sensibilidad facial es un signo raro y poco fiable; no obstante, un dolor a la percusión reproducible, en los senos frontales y maxilares, el dolor dental y la ineficacia de los descongestivos tópicos y orales indica con gran probabilidad una sinusitis bacteriana aguda.
Los síntomas de presentación son disnea, sibilancia, cianosis y tos. El paciente puede notar una falta de aliento tal que le impida hablar; en casos graves, puede cursar con tórax silencioso con taquicardia.
No se recomienda el uso de antibióticos. En casos graves, se pueden necesitar oxígeno y beta-agonistas nebulizados.
En personas de edad avanzada o inmunocomprometidas, la propagación desde las vías respiratorias altas puede producir una enfermedad potencialmente mortal.
Las exacerbaciones agudas de la EPOC normalmente se desencadenan por agentes patógenos bacterianos o virales o por contaminantes y se presentan con un empeoramiento agudo y sostenido de los síntomas respiratorios y el estado funcional.
Exacerbación aguda de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
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