Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los factores de riesgo clave incluyen las edades de 12-24 años, la predisposición genética, el tipo de piel grasosa y los fármacos desencadenantes.

lesiones cutáneas

Los comedones abiertos y cerrados representan las lesiones de acné no inflamatorias,; las pápulas, las pústulas, los nódulos y los quistes son manifestaciones de lesiones inflamatorias.

Puede producirse una hiperpigmentación postinflamatoria y cicatrices.[35]

[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Acné comedonalDepartamento de Dermatología, Universidad de Michigan [Citation ends].com.bmj.content.model.Caption@26e7f79d[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Presentación típica de acnéDepartamento de Dermatología, Universidad de Michigan [Citation ends].com.bmj.content.model.Caption@67922be5[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Acné cicatricialDepartamento de Dermatología, Universidad de Michigan [Citation ends].com.bmj.content.model.Caption@76684c33[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Acné noduloquísticoDepartamento de Dermatología, Universidad de Michigan [Citation ends].com.bmj.content.model.Caption@5579c3ca

Otros factores de diagnóstico

común

sensibilidad en la piel

Las pápulas inflamatorias, las pústulas, los quistes y los nódulos pueden ser sensibles a la palpación.

infrecuente

dolencias sistémicas

El subtipo de acné fulminante se manifiesta con fiebre, artralgias, mialgias, hepatoesplenomegalia y lesiones óseas osteolíticas.

Factores de riesgo

Fuerte

adolescencia o adultos jóvenes

Las tasas de prevalencia más altas se han demostrado en adolescentes/adultos jóvenes (16-24 años), con un 28.3%, pero también es relativamente alta para los adultos (25-39 años), con un 19.3%.[9]

Algunas evidencias sugieren que el acné es más frecuente entre las edades de 12 y 24 años.[10]

predisposición genética

Antecedentes familiares de acné grave aumenta su probabilidad en las generaciones posteriores.[19]​ La tasa de concordancia para la prevalencia y la gravedad del acné entre gemelos idénticos es alta.[20] En un estudio se llegó a la conclusión de que el 81% de la varianza en el acné se debía a la genética y solo el 19% a los factores ambientales.[21]​ Algunos estudios de asociación del genoma completo han demostrado que la susceptibilidad genética al acné es el resultado de la variación de los genes responsables de la estructura y la función de la unidad pilosebácea, que crea un entorno propenso a la colonización bacteriana y a la inflamación, incluida la variación heredada de los receptores tipo Toll (TLR)-2 y TLR4.[22][23]

piel grasosa/aumento en la producción de sebo

El tamaño del folículo sebáceo y el número de lóbulos por glándula aumentan en las personas con acné.[14]

Los andrógenos estimulan las glándulas sebáceas para que se agranden y produzcan más sebo, lo que es más frecuente durante la pubertad.

uso de determinados fármacos

Las erupciones acneiformes pueden ser causadas o exacerbadas por algunos fármacos, como andrógenos, corticosteroides (tópicos o sistémicos), anticonvulsivos, isoniazida, litio, inhibidor de la cinasa Janus y hormona adrenocorticotrópica.

uso de terapia hormonal masculinizante

El acné es uno de los efectos adversos más comunes de la terapia con testosterona para afirmar el género, causado, en parte, por la sobreproducción de sebo.[18]

enfermedades del sistema endocrino

Los pacientes con enfermedades del sistema endocrino, como el síndrome del ovario poliquístico, el hiperandrogenismo y la pubertad precoz, presentan más probabilidades de presentar acné grave.[10]

sexo femenino

El acné es más prevalente en las mujeres que en los hombres, un estudio informó de una tasa de prevalencia del 23.6% para las mujeres en comparación con el 17.5% en los hombres, y el estudio sobre la carga mundial de morbilidad de 2021 demostró que la tasa de prevalencia estandarizada por edad del acné vulgar fue aproximadamente un 25% más alta en las mujeres jóvenes que en los hombres jóvenes (10,911.8 por 100,000 habitantes frente a 8727.8 por cada 100,000 habitantes).[9][11]​ Sin embargo, hay algunas pruebas que sugieren que los hombres tienden a tener un acné más grave.[12][13]

Débil

factores dietarios

La correlación entre los factores dietéticos y el acné sigue siendo controvertida.

Los estudios proporcionan evidencia de una asociación positiva entre el riesgo de acné y el consumo de productos lácteos como la leche, así como productos de alto índice glucémico (IG) (p. ej., alimentos y bebidas azucarados, patatas, arroz blanco, pan blanco).[25][26][27][28][29][30]​ Los alimentos y bebidas con IG alto aumentan los niveles de insulina y del factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1, cuyos efectos posteriores incluyen la estimulación de la síntesis de andrógenos.[10]​ ​A pesar de los vínculos aparentes, la heterogeneidad y el sesgo entre los estudios limitan la interpretación.[27][31]​ Se necesitan más investigaciones para poder sacar conclusiones firmes sobre la relación entre la dieta y el acné.

obesidad/resistencia a la insulina

La insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF) pueden estimular los queratinocitos y las glándulas sebáceas. En las mujeres con acné postadolescente, aparecen niveles elevados de IGF-1, y se ha descubierto que la obesidad está asociada a una mayor prevalencia de acné en personas de 20-40 años.[32]

exposición a hidrocarburos aromáticos halogenados

Las exposiciones ocupacionales o ambientales a hidrocarburos aromáticos halogenados (p. ej., dioxinas cloradas y dibenzofuranos) pueden causar cloracné.[33]

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