Monitorización
Es necesario inspeccionar las heridas en busca de signos de infección. Los pacientes con sospecha de infección de la herida deben ser hospitalizados de inmediato para minimizar el riesgo de infección sistémica.
Al producirse un aumento en la supervivencia relacionada con quemaduras graves y un aumento en las expectativas de la calidad de supervivencia, los programas de tratamiento poshospitalario de quemaduras han asumido un rol cada vez más importante.[99]
Los programas de tratamiento poshospitalario en quemaduras cuentan con varios componentes y objetivos interactivos.
Cierre de la herida perdurable y funcional:
El objetivo principal
Requiere atención a las zonas de frágil cicatrización y a cualquier área nueva o residual de contractura que limite la funcionalidad.
Tratamiento de la cicatriz:
Es particularmente importante durante los primeros años posteriores a la lesión.
Aunque las herramientas disponibles son limitadas, la atención a programas de masajes y compresión complementados con el uso prudente de cirugías pueden mejorar la funcionalidad y la apariencia y reducir el prurito.
Apoyo emocional:
Es fundamental para una recuperación completa, tanto para los pacientes, como para sus seres queridos.[100]
Lo ideal es que esté coordinado a través del centro de quemados.
Los sentimientos de culpa, miedo, ira y depresión deben reconocerse y tratarse. En los casos en los que se sospeche de una quemadura intencionada, ya sea por autoinmolación o por maltrato, deben realizarse esfuerzos para proteger al paciente de un daño mayor.[24] Una clínica de quemados multidisciplinaria, en coordinación con personal especializado en cuidados intensivos y reconstrucción, pueden ofrecer el mejor tratamiento poshospitalario. Cuando se trata en un programa de seguimiento integral, incluso aquellos que han sufrido quemaduras devastadoras pueden alcanzar una calidad de vida satisfactoria.[101]
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