Antecedentes de caso
Antecedentes de caso #1
Un hombre de 22 años de edad presenta en el servicio de urgencias con dolor abdominal, anorexia, náuseas y febrícula. El dolor comenzó en la región abdominal media hace 6 horas y ahora está localizado en el cuadrante inferior derecho del abdomen. El dolor es de naturaleza constante y se agrava al toser. La exploración física revela febrícula (38 °C; 100.5 °F), dolor a la palpación en el cuadrante inferior derecho (signo de McBurney) y leucocitosis (12 x 10^9/L o 12,000/microlitro) con 85% de neutrófilos.
Antecedentes de caso #2
Una niña de 12 años de edad presenta aparición repentina de dolor abdominal severo generalizado asociado con náuseas, vómitos y diarrea. En la exploración física, parece enferma y tiene una temperatura de 40 °C (104 °F). Tiene el abdomen tenso con sensibilidad a la palpación y rigidez generalizadas. No hay borborigmos presentes.
Otras presentaciones
La anatomía apendicular atípica, como un apéndice retrocecal o largo, puede presentarse con dolor de espalda, cadera o del lado izquierdo del abdomen, que se confunde con un diagnóstico intrabdominal alternativo. En el caso de los pacientes de edad avanzada, existen menos probabilidades de que se manifiesten los síntomas clásicos y pueden presentar dolor abdominal inespecífico sin características asociadas, o confusión.[3] El retraso en la presentación o el diagnóstico en este grupo genera un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad.[3][4][5] El diagnóstico de apendicitis aguda durante el embarazo por lo general se retrasa, dado que la ubicación del dolor está afectada por el desplazamiento del apéndice a causa del útero, y los síntomas como náuseas y vómitos frecuentemente se asocian con el mismo embarazo.[6]
La apendicitis aguda es la urgencia quirúrgica más común en los niños, pero el diagnóstico precoz sigue siendo un reto debido a las características clínicas atípicas y a la dificultad de obtener una historia clínica y una exploración física fiables.[7] Los niños pueden presentar dolor abdominal inespecífico, anorexia y vómitos.[8] La presencia de dolor al toser o saltar puede ser sugestiva del diagnóstico.[9]
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