Prevención primaria

La base de la prevención primaria es el cribado adecuado y el tratamiento de la hipertensión esencial.

En los EE.UU., alrededor del 25% de todas las personas hipertensas desconocen su enfermedad, el 35% no se trata, y el 52% de las personas que están siendo tratadas no presentan los niveles de presión arterial objetivo.[52][53]​​ Ver Hipertensión esencial (Prevención).

El American College of Obstetricians and Gynecologists recomienda ácido acetilsalicílico en dosis bajas para la profilaxis de la preeclampsia. Este tratamiento debe iniciarse entre las semanas 12 y 28 de gestación (óptimamente antes de las 16 semanas de gestación) y continuarse hasta el parto.[48]

  • Cualquiera de los factores de alto riesgo de preeclampsia: embarazo previo con preeclampsia, gestación multifetal, enfermedad renal, enfermedad autoinmunitaria, diabetes mellitus tipo 1 o tipo 2 e hipertensión crónica.

  • Más de uno de los factores de riesgo moderado: primer embarazo, edad materna ≥35 años, índice de masa corporal >30, antecedentes familiares de preeclampsia, características sociodemográficas y factores de antecedentes personales.

Ver Preeclampsia (Prevención).

Prevención secundaria

Entre las modificaciones del estilo de vida importantes que han demostrado disminuir la presión arterial se incluyen el plan dietario DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) que propone recomendaciones dietéticas para frenar la hipertensión, la reducción de la cantidad de sodio en la dieta, la disminución de peso en los pacientes con sobrepeso, la actividad física y la moderación del consumo de alcohol.[38][100]​​​ ​ Para las mujeres con preeclampsia grave, se recomienda ácido acetilsalicílico en dosis bajas (a partir de las 12-14 semanas de gestación) en embarazos posteriores. Ver Preeclampsia (Prevención).

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