Etiología

La hipertensión esencial sin diagnosticar o tratada inadecuadamente es una causa frecuente de emergencia hipertensiva.[12][21][22][23] Otra causa común es la hipertensión secundaria y resistente.

Las alteraciones sistémicas que pueden llevar a una presentación de emergencia hipertensiva incluyen:

  • Enfermedad renal (enfermedad crónica subyacente, estenosis de la arteria renal, glomerulonefritis aguda, enfermedades vasculares del colágeno, trasplante de riñón)[24][25][26][27][28][29][30]

  • Neurológico (traumatismo craneal, lesión de la médula espinal, disfunción autónoma)[31]

  • Respiratorio (apnea obstructiva del sueño)[32][33][34]

  • Inmunológico (esclerodermia, vasculitis)[31]

  • Endocrino (aldosteronismo primario, feocromocitoma, trastorno tiroideo, síndrome de Cushing, acromegalia, hiperparatiroidismo, tumor carcinoide, hiperplasia suprarrenal congénita o tumor secretor de renina).[31][35][36][37]

La preeclampsia, el síndrome HELLP (hemólisis, elevación de las enzimas hepáticas, plaquetas bajas) y la eclampsia, relacionadas con el embarazo, también son causas importantes de emergencia hipertensiva en mujeres.[31]

Cuando se intente determinar la posible causa de una emergencia hipertensiva también se debe tener en cuenta el estilo de vida, ya que la ingesta excesiva de sal en la dieta, la obesidad y/o el consumo de alcohol pueden contribuir a la hipertensión.[38]​ También se tiene que obtener un registro minucioso de los medicamentos tomados, ya que ciertos medicamentos pueden inducir o exacerbar la hipertensión, entre ellos los antiinflamatorios no esteroideos, anticonceptivos orales, simpaticomiméticos, medicamentos ilícitos, glucocorticoides, mineralocorticoides, inhibidores de la calcineurina, eritropoyetina, suplementos herbales, inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular e interacciones involuntarias de alimentos o fármacos con los inhibidores de la monoaminooxidasa.[7][31][39]

Fisiopatología

Se entienden poco los factores que conducen a la aparición de emergencia hipertensiva. El ciclo se inicia a partir de un aumento de la resistencia vascular sistémica, que es consecuencia de un aumento de los vasoconstrictores humorales y del fracaso de la autoregulación. El posterior aumento de la presión arterial genera estrés mecánico y lesión endotelial, lo cual conduce a aumento de la permeabilidad, activación de la cascada de coagulación y las plaquetas, depósito de fibrina e inducción de la citocina inflamatoria. Estos procesos conducen a isquemia y la liberación de mediadores vasoactivos adicionales, lo cual genera lesiones continuas. La hipovolemia provocada por la natriuresis por presión y la activación del sistema renina-angiotensina a menudo conduce a una vasoconstricción adicional. La vasoconstricción sistémica conduce a una disminución del flujo sanguíneo a los órganos vitales y la posterior lesión de los órganos diana, que es la característica principal de una emergencia hipertensiva. Las lesiones en órganos diana afectan a los sistemas neurológico, cardíaco y renal.[39][40][41][42][43][44][45]

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