Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presión arterial (PA) >180/120 mmHg

En las emergencias hipertensivas, la PA es normalmente >180/120 mmHg. No obstante, el determinante clave es la presencia de lesiones nuevas o empeoramiento de lesiones en órganos diana.[1][60]​​​ Durante el embarazo, la hipertensión arterial en una mujer previamente normotensa con proteinuria o evidencia de afectación sistémica (p. ej., insuficiencia renal, deterioro de la función hepática, complicaciones neurológicas, complicaciones hematológicas) es diagnóstico de preeclampsia.[48][61]​​ La preeclampsia debe considerarse en pacientes con cefalea que tengan al menos 20 0/7 semanas de gestación, o dentro de las 6 semanas postnatales, y que presenten una presión arterial ≥140 mmHg sistólica o ≥90 mmHg diastólica.[55]​ Deben realizarse al menos dos mediciones, con un intervalo mínimo de 4 horas.[48]

presencia de factores de riesgo

Los factores de riesgo incluyen: hipertensión tratada de forma inadecuada, edad avanzada, etnia de raza negra, sexo masculino, uso de drogas simpaticomiméticas y administración de inhibidores de la monoaminooxidasa.

Otros factores de diagnóstico

común

síntomas neurológicos

Los trastornos neurológicos, como cambios en la visión, mareos, cefaleas, disartria, convulsiones, cambios en el estado mental, disfagia, pérdida sensorial o parestesias, o pérdida de la fuerza motriz son síntomas que a menudo están relacionados con emergencia hipertensiva.[40] Los rasgos descritos con mayor frecuencia de la cefalea preeclampsia incluyen cefalea frontal bilateral grave y visión borrosa, que puede evolucionar a ceguera cortical bilateral.[55][56]​​ La cefalea suele desarrollarse en relación temporal con el inicio de la preeclampsia, o empeora o mejora sustancialmente en paralelo con el empeoramiento o la mejoría de la preeclampsia.[55]

síntomas cardíacos

Las alteraciones cardíacas (p. ej., dolor torácico, disnea, ortopnea, disnea paroxística nocturna, palpitaciones, edema) con frecuencia están relacionadas con emergencia hipertensiva.[40]

exploración cardiopulmonar anómala

Es posible que se halle la presencia de nuevos soplos, roce, S3, distensión venosa yugular, estertores o edema en las extremidades inferiores.

exploración abdominal anormal

La sensibilidad a la palpación en el cuadrante superior derecho se observa en la preeclampsia grave y en el síndrome HELLP (hemólisis, aumento de las enzimas hepáticas, plaquetas bajas).[61][62]​ El feocromocitoma puede estar relacionado con una masa abdominal. Debe sospecharse la presencia de hipertensión renovascular en los pacientes con hipertensión grave que presenten soplos o deterioro renal sin explicación con tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, si bien la presentación clínica es variable.

oliguria o poliuria

Todo cambio en la diuresis puede ser indicio de daño renal.[24]

examen de fondo de ojo anómalo

Los siguientes signos son indicativos de la retinopatía hipertensiva: espasmo arteriolar, edema retiniano, hemorragias retinianas, exudados retinianos, papiledema, venas retinianas congestionadas.[7][69]

examen neurológico anómalo

A menudo, los hallazgos anómalos en la función cognitiva, la función de pares craneales, la fuerza motriz, la función sensorial global y la marcha pueden deberse a una crisis hipertensiva.

Factores de riesgo

Fuerte

hipertensión tratada de manera inadecuada

Con frecuencia se observan antecedentes de hipertensión tratada de forma inadecuada.[18][21][22][23]

En los EE. UU., la falta de seguro médico o acceso a un médico de atención primaria han demostrado predisponer a los pacientes a una emergencia hipertensiva.[22]

enfermedad renal crónica (ERC)

La ERC es un importante factor de riesgo para la hipertensión y el avance a emergencias hipertensivas tanto en adultos como en niños.[13][18]​​[24][25][26][27]​​

estenosis de la arteria renal

La estenosis de la arteria renal está fuertemente asociada con hipertensión secundaria.[28]

trasplante renal

El trasplante renal está comúnmente asociado con hipertensión; siendo el fracaso del implante el responsable más frecuente.[29] La estenosis de la arteria renal del trasplante provoca entre el 1% y el 5% de la hipertensión después del trasplante.[30] También puede jugar un papel la medicación contra el rechazo (p. ej., inhibidores de la calcineurina).[7][31][39]

enfermedades del sistema endocrino con efectos hipertensivos conocidos

Hay una serie de enfermedades del sistema endocrino que están asociados con emergencias hipertensivas. Entre ellas se incluyen: aldosteronismo primario, feocromocitoma, afecciones tiroideas, síndrome de Cushing, acromegalia, hiperparatiroidismo, tumor carcinoide, hiperplasia suprarrenal congénita o tumor secretor de renina.[31][35][36]​​[37] El tratamiento de ciertas enfermedades del sistema endocrino también puede precipitar una emergencia hipertensiva. Por ejemplo, el uso de medicamentos betabloqueantes antes de la administración de un inhibidor de los receptores alfa-adrenérgicos en un paciente con feocromocitoma puede conducir a una crisis hipertensiva.[46][47]

embarazo

La preeclampsia, la eclampsia y el síndrome HELLP (hemólisis, elevación de las enzimas hepáticas, plaquetas bajas) pueden llevar a una emergencia hipertensiva.[31][48]

Débil

edad avanzada

La edad avanzada predispone a los pacientes a presentar una emergencia hipertensiva.[10][11][12][13]

etnia negra

Las personas de raza negra tienen una predisposición a tener una emergencia hipertensiva, en comparación con las personas de raza blanca.[11][12]

sexo masculino

Los hombres tienen más probabilidades de presentar una emergencia hipertensiva que las mujeres.[11][12]

uso de drogas simpaticomiméticas

El uso de drogas simpaticomiméticas callejeras (p. ej., cocaína, LSD, anfetaminas, éxtasis) predispone a una emergencia hipertensiva.[7][18]

farmacoterapia con efecto hipertensor conocido

Muchos medicamentos pueden inducir o exacerbar la hipertensión, provocando una emergencia hipertensiva. Entre ellos se incluyen: antiinflamatorios no esteroideos, anticonceptivos orales, simpaticomiméticos, drogras ilícitas, glucocorticoides, mineralocorticoides, inhibidores de la calcineurina, eritropoyetina, suplementos herbales, inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular e interacciones inadvertidas de alimentos o fármacos con los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).[7][31][39] Si se ingieren alimentos ricos en tiramina por pacientes que toman IMAO, esto puede precipitar una emergencia hipertensiva (la llamada ' reacción tiramina').

apnea obstructiva del sueño

La apnea obstructiva del sueño está asociada con hipertensión secundaria que, si no se trata, puede precipitar una emergencia hipertensiva.[32][33][34]

vasculitis y enfermedades del tejido conectivo

Hay numerosos trastornos del tejido conectivo y vasculitis que están asociadas con la hipertensión y las emergencias hipertensivas. Entre ellas se incluyen la esclerodermia, lupus eritematoso sistémico, arteritis de Takayasu y la arteritis de células gigantes.[31][49][50][51]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad