Epidemiología

La prevalencia de la pubertad precoz es difícil de estimar, pero se ha descrito entre 1 de cada 500-5000 niños.[3] La pubertad precoz central (PPC) afecta de 5 a 10 veces más a las niñas que a los niños.[3][4][5]​​​​ En un estudio europeo se observó que la prevalencia de la PPC era del 0.2% en las niñas, pero solo del 0.05% en los niños durante un periodo de 9 años.[6]​ Esto puede ser porque la activación del eje hipotalámico-hipofisario-gonadal requiere una dosis menor de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) en las niñas.[7] En los Estados Unidos, el número de niñas diagnosticadas con pubertad precoz está aumentando, pero no existen datos fiables sobre la incidencia. Un estudio mostró que entre el 10% y el 23% de las niñas de 7 años de edad (dependiendo de la raza y el origen étnico) presentan desarrollo mamario, pero la proporción que tiene el tipo de pubertad precoz progresiva que podría requerir tratamiento es probablemente mucho menor.[8][3]​​ Una asociación observada repetidamente es entre una edad más temprana de presentación y la probabilidad de una causa orgánica.[9]

Varios factores afectan la edad de inicio de la pubertad, aunque esta sigue principalmente el patrón hereditario. Se sabe que existe una similitud en la edad del inicio de la pubertad entre las niñas y sus madres, especialmente en la edad de la menarquia. Sin embargo, el proceso puede verse influido por factores ambientales, en particular la nutrición, el origen étnico y las enfermedades crónicas.

Las tendencias seculares demuestran que, en las niñas, la edad de la menarquia (un evento tardío de la pubertad femenina) ha disminuido considerablemente en el último siglo,​​ sobre todo en los países occidentales, aunque apenas se han producido cambios desde finales del siglo XX.[10][11]​​ Un estudio realizado en 2005 en los Países Bajos mostró una estabilización en la edad de inicio de la pubertad; sin embargo, las evidencias son contradictorias, ya que algunos estudios posteriores apuntan a una reducción continua en la edad de desarrollo de los senos en las niñas.[12][13][14]​​​Hay menos evidencias de que la edad de inicio de la pubertad en los niños haya cambiado con el tiempo,​​aunque esto puede deberse a que el inicio y la finalización de la pubertad en los niños está menos definido y documentado, en comparación con la documentación de la menarquia en las niñas.[15][16]

Por lo general, las niñas de origen africano o caribeño presentan una edad de menarquia más temprana (aproximadamente 6 meses) que las niñas de raza blanca.[17]​ La edad media de la menarquia disminuyó 3 meses en las niñas de raza blanca, frente a 5.5 meses en las niñas de ascendencia africana o caribeña entre 1960 y 1990 en EE.UU.[18]

Una mejor situación socioeconómica, mejores cuidados de salud y nutrición, así como la migración, pueden influir también en la predisposición genética y en las tendencias a través de los siglos. Se ha duplicado la frecuencia de obesidad en niños desde 1980; la obesidad moderada está asociada con la ocurrencia de la menarquia a una edad más temprana.[11][19][20][21]​​​​ También se ha implicado a los fármacos estrogénicos de los cosméticos y los alimentos en el adelanto de la pubertad.[22]

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